La empresa de embalaje Stora Enso busca convertirse en una empresa de materiales renovables. En concreto, el objetivo es crecer en envases, soluciones de construcción e innovaciones de biomateriales, cambiando el enfoque estratégico de su cartera aún más hacia estas áreas de crecimiento.
Para ello, la compañía está reestructurando su negocio de papel debido al declive del mercado global, lo que ha provocado cierres y desinversiones de fábricas de papel, pero también inversiones para aumentar la competitividad.
La disminución de la demanda de papel en América del Norte y Europa se ha prolongado durante unas dos décadas. Esta tendencia se aceleró aún más debido a la pandemia, que provocó cambios en el comportamiento de los consumidores, lo que produjo un exceso de capacidad y niveles de precios históricamente bajos. De hecho, en 2020, el consumo de papel europeo cayó un 18%.
Aunque la demanda de papel se está recuperando actualmente de los bajos niveles del año pasado debido al aumento de la actividad económica, se prevé que la disminución de la demanda continúe a un ritmo histórico o algo más lento. Además, dadas las numerosas acciones de reestructuración en la industria, el equilibrio entre la oferta y la demanda ha mejorado claramente últimamente.
“Nos hemos adaptado continuamente para limitar el impacto de la caída del mercado del papel, sin dejar de ser capaces de beneficiarnos del flujo de caja que proporciona el negocio del papel”, dice Seppo Parvi, director financiero de Stora Enso.
Después de la reestructuración en curso, la participación de la división de papel en las ventas del grupo se reducirá a algo más del 10%. Estas acciones tendrán efectos significativos en el negocio. Así, la capacidad de producción de papel disminuirá en un 42% (1,6 millones de toneladas) a 2,2 millones de toneladas por año.
Los cierres de las fábricas de Kvarnsveden y Veitsiluoto también mejorarán el desempeño ambiental al reducir las emisiones de CO2 anualmente en un 8%.
Además de acelerar el viaje de transformación de Stora Enso, el objetivo de adaptar la producción en los mercados en declive es mejorar la competitividad de todo el negocio de papel. “La misión de la división de Papel en la estrategia de Stora Enso es proporcionar una sólida generación de efectivo a través de reducciones de costes y gestión activa de la capacidad. Por eso, garantizar la competitividad y la rentabilidad es una de las principales prioridades en el futuro”, afirma Kati ter Horst, vicepresidenta ejecutiva de la división de papel.
Stora Enso anunció recientemente inversiones para modernizar dos plantas de papel, Anjala-Ingerois y Nymölla. “Estas inversiones mejorarán la competitividad de ambas unidades de producción y, al mismo tiempo, contribuirán a nuestro desempeño en materia de sostenibilidad”, explica la vicepresidenta.
Además, también quieren brindar al negocio de papel un mayor grado de independencia operativa para adaptarse a las desafiantes condiciones del mercado. De esa forma, poder ser más ágiles en la adaptación de costes y procesos operativos a los requerimientos de la división.