La omnicanalidad se está consolidando como tendencia de consumo. Y es que, aunque los españoles aumentaron su gasto online durante la pandemia, la vuelta a la normalidad ha supuesto también el regreso a la tienda física y con ello las compras híbridas.
De este modo, hoy en día los consumidores lo quieren todo: los clientes quieren hacer sus pedidos online y devolverlos en la tienda, o ver un producto en un showroom y comprarlo en la tienda online.
“El comercio es sin dudas omnicanal y las marcas que entienden el comercio asumen que no funciona en silos, sino que todo es comercio”, destaca Shopify, cuyo estudio “Commerce Trends 2023” revela que, durante el último año, el 54% de los consumidores afirmó que era probable que mirara un producto online y lo comprara en la tienda, y el 53% que era probable que mire un producto en la tienda y lo compre online.
De las empresas encuestadas en el mismo estudio, el 82% confía en que las tiendas físicas seguirán desempeñando un papel importante en el crecimiento del comercio en el futuro. De hecho, a medida que las restricciones en todo el mundo se relajaron en 2021, el comercio minorista físico creció más rápido que el comercio electrónico.
En concreto, la mitad de los consumidores de la Generación Z, que pasan más tiempo online que cualquier otro grupo de edad, ha dicho que prefiere comprar en la tienda. Y su poder adquisitivo no hará sino crecer, incluso más que los 360.000 millones de dólares que tienen hoy en sus bolsillos.
Esta confirmación de la tendencia actual genera la posibilidad de que los comercios implementen sistemas integrados de hardware/software, que juegan un rol clave para acelerar la innovación. Por ejemplo, la fidelización de clientes puede consolidarse con estrategias de retención que permitan crear y actualizar las cuentas personales de los compradores de una marca en la tienda física para, por ejemplo, acumular puntos que posteriormente se pueden canjear tanto en online como en tienda física.