La anunciada desaparición de las jaulas, la revisión de las normas de comercialización, el impacto de la influenza aviar, o las consecuencias de la guerra de Ucrania, colocan al sector del huevo ante retos decisivos.
En este contexto, los representantes del sector comercializador del huevo y los ovoproductos de la Unión Europea se han dado cita en Madrid para celebrar su asamblea anual, que volvió a ser presencial, tras dos años en los que tuvo que aplazarse debido a la pandemia. España se ha convertido así en el punto de encuentro de EUWEP (European Union of Wholesale in Eggs and Egg-Products), que agrupa a las organizaciones EEPTA (European Egg Packers and Traders Association) y EEPA (European Egg Processors Association).
Vito Mastrangelo, presidente de la EUWEP afirmó que «EUWEP es la organización en la que el sector del huevo y la cadena que va desde la producción hasta el consumidor, comparten y coordinan sus puntos de vista, posiciones y acciones, para facilitar el trabajo de los envasadores de huevos, productores y comercializadores de ovoproductos. Nuestras prioridades son la sostenibilidad económica y ambiental de nuestra actividad, unida a un elevado nivel de bienestar animal y a un bajo impacto ambiental”.
Por su parte, el presidente de Inprovo, Juan Gigante, dio la bienvenida a los asistentes a la asamblea y señaló que “para el sector español del huevo, que forma parte de EUWEP desde 1999, la organización ha demostrado ser fundamental para defender los intereses de los operadores del huevo en la Unión Europea”.
Retos del sector del huevo en la UE
Por un lado, la Unión Europea está revisando las normas de comercialización del huevo y evaluará si se mantienen las fechas de venta y de consumo preferente del huevo (21 y 28 días, respectivamente) y los tiempos legalmente establecidos (16 semanas) para poder vender como huevos “de gallinas camperas” los que se produzcan tras el encierro obligatorio de las aves por razones sanitarias (como protección ante la influenza aviar, por ejemplo).
El impacto de la influenza aviar en muchos países ha obligado a restringir la salida de las aves a parques exteriores en 2020 y 2021, y vender desde las 16 semanas de encierro los “huevos de gallinas en suelo”, perdiendo el valor añadido de la producción campera, algo que es económicamente inasumible para muchos productores.
La regulación de la Comisión Europea sobre la producción ecológica afecta también al mercado del huevo. Tras el uso de medicamentos en aves ecológicas, es obligatorio respetar un mínimo de 48 horas de tiempo de espera (aunque el medicamento esté registrado con periodo de retirada de 0 días), que en la práctica supone retirarlos del mercado, lo que encarece los costes y reduce la producción.
Otro aspecto que preocupa al sector comercializador de huevos es la estrategia “De la granja a la mesa”, anunciada por la Comisión para los próximos años, que se basa en la mejora de la sostenibilidad de la producción agroalimentaria de la UE. Esta estrategia prevé un incremento de la producción ecológica, hasta llegar al 25% de la superficie agrícola, y reducir el uso de antibióticos y de fertilizantes, así como la revisión de las normas de bienestar animal, entre otros objetivos. En este último punto, la Comisión Europea ha anunciado una próxima norma para prohibir las jaulas en producción ganadera en toda la UE.
Además de por los efectos políticas comunitarias en el mercado interior en el sector, hay preocupación por la apertura del mercado comunitario de huevos y ovoproductos a importaciones de países terceros que no cumplen las exigentes normas de la UE y, por ello, compiten con costes inferiores. Por ello reclaman en las negociaciones de libre comercio abiertas por la Comisión, el estatus de productos sensibles para los huevos y los ovoproductos y que se obligue a producir en las mismas condiciones, para una competencia justa.
Además, la EUWEP ha dado especial protagonismo en su reunión a la innovación realizada en España. La doctora Francisca Quereda, del Instituto de Tecnología de la Cerámica, presentó a los asistentes los avances del proyecto cofinanciado con fondos europeos Life Eggshellence, que desarrolla tecnologías para separar el carbonato cálcico de la cáscara del huevo, y destinarlo a la industria cerámica.
Por su parte, la doctora Marta Miguel, investigadora del Centro de Investigación en Alimentación (CIAL), mostró los nuevos derivados del huevo desarrollados España en los últimos años, algunos de los cuales están disponibles en el mercado y pudieron degustar los asistentes (huevo a baja temperatura y preparaciones a partir de hidrolizado de la clara, entre otros).
En representación del Ministerio de Agricultura, la asamblea de EUWEP contó con la participación del subdirector adjunto de Producciones Ganaderas y Cinegéticas, Pablo Bernardos, que destacó la importancia de la avicultura de puesta y los desafíos que debe afrontar el sector del huevo español. Intervino también en la parte final de la asamblea el presidente del Consejo asesor del Instituto de Estudios del Huevo, Antonio Fuertes, que explicó la organización del Instituto, sus actividades y logros en sus 26 años de funcionamiento.