Las rebajas de enero son una oportunidad para adquirir a un precio significativamente más barato productos necesarios. Al menos en teoría, porque según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) “muchos productos electrónicos y los electrodomésticos de venta online podrían esconder subidas de precio”.
De hecho, la organización señala que hace poco más de un mes, durante las rebajas del Black Friday, denunció que un 99% de los descuentos en comercios online para este tipo de productos no eran tales, ya que el precio de referencia no era el más bajo en los 30 días precedentes. De ahí que aconseje hacer un seguimiento real de los precios o al menos consultar algún Asesor de Precios.
En el caso de la ropa y el calzado, OCU prevé un significativo incremento de las ventas, especialmente entre las economías domésticas vulnerables que hayan retrasado las compras como consecuencia de la inflación, tal y como ya hicieron un 29% de los hogares en una encuesta realizada por la organización coincidiendo con las elevadas subidas de precios de 2022.
Así, aconseja comprobar que junto al precio rebajado aparece el precio antiguo. Dicho producto debe haber formado parte de la oferta habitual de la tienda durante al menos un mes (y si tuvo varios precios, el menor será el de referencia).
También recuerda que las tiendas físicas no están obligadas a admitir una devolución, salvo que haya un defecto o una tara; y aun admitiéndola, el reembolso podría no ser en efectivo, sino en una tarjeta o vale canjeable. Por el contrario, en las compras online existe un periodo legal de desistimiento de 14 días durante el cual no hace falta justificar el motivo de la devolución.