Nestlé invertirá más de 1,3 millones de euros en torres de refrigeración para preservar el agua del río Pisueña. El objetivo es que la fábrica que la empresa mantiene en la localidad cántabra de La Penilla deje de abastecerse con su caudal para optar por alternativas más sostenibles.
Para cumplir con este objetivo, la empresa está instalando una primera serie de torres de refrigeración que se prevé comenzarán a funcionar a principios de 2022. Estos equipos permitirán que el agua utilizada en la actividad industrial de Nestlé permanezca en un circuito cerrado y sea reutilizada, algo que será posible gracias a su sistema de refrigeración evaporizada.
Alberto López, director de la fábrica, afirma que “aunque en la actualidad ya devolvemos al río Pisueña toda el agua que tomamos para su uso en nuestra fábrica, esta captación muy pronto ya no será necesaria gracias a esta inversión, fruto del compromiso de Nestlé por el medioambiente”.
De esta forma la empresa prevé reducir a la mitad la cantidad de agua del río utilizada. Asimismo, pretende continuar instalando torres hasta 2024, año en que vaticina dejar de abastecerse del río.
La preocupación por el medioambiente no es nueva para la marca. Nestlé comenzó a implementar circuitos cerrados con torres de refrigeración en 2011, y desde entonces ha reducido un 83% la cantidad de agua utilizada entre 2010 y 2020. Además, desde 2015 la compañía cuenta con una planta de ósmosis inversa para filtrar y reutilizar el agua para su uso industrial.