Nestlé tiene como objetivo que ninguno de sus envases acabe en vertederos o como basura. Por ello, con motivo del Día Mundial del Reciclaje, la empresa destaca cómo está mejorando sus embalajes para facilitar el reciclaje y cómo está apoyando una mejor gestión de los residuos.
«Estamos avanzando en la reducción de nuestros envases en general, haciéndolos más reciclables y utilizando materiales renovables o reciclados en nuestros envases«, dijo Antonia Wanner, directora de Estrategia e Implementación ESG de Nestlé, que añadió que “el diseño y el material utilizado en nuestro embalaje son factores en los que podemos influir directamente. Pero también vamos más allá y ayudamos a construir infraestructura de gestión de residuos, apoyamos una regulación armonizada y nos comprometemos con los derechos humanos de los trabajadores de residuos».
A finales de 2023, el 83,5% de los envases de plástico de Nestlé a nivel mundial estaban diseñados para el reciclaje. Por ejemplo, en el Reino Unido e Irlanda, Nestlé ha hecho la transición de sus dulces Quality Street y Smarties a envases de papel reciclable.
Para que los materiales de embalaje reciclables realmente puedan reciclarse, es necesaria una ampliación de la infraestructura de gestión de residuos. Es por eso que Nestlé trabaja con gobiernos locales y nacionales, alianzas industriales, la sociedad civil y los consumidores para desarrollar y mejorar la infraestructura de reciclaje en los países donde opera. Apoya un Tratado de la ONU sobre la contaminación plástica y una regulación obligatoria, efectiva y bien diseñada sobre la Responsabilidad Ampliada del Productor y los Sistemas de Devolución de Depósitos.
La compañía se ha asociado en 220 iniciativas para desarrollar esquemas de recolección, clasificación y reciclaje de residuos que funcionen bien en Europa, África, Asia, América del Norte y América Latina. En el Reino Unido, por ejemplo, Nestlé anunció una inversión de siete millones de libras esterlinas en una nueva instalación de reciclaje que procesa plásticos flexibles. Su inauguración está prevista para finales de este año en Durham.
En Bélgica, desde el 1 de enero de 2023, todas las cápsulas y monodosis de bebidas, ya sean de aluminio o de plástico, se pueden recoger en la nueva Bolsa Azul para su reciclaje. Esta nueva solución de reciclaje es el resultado de una asociación entre Nespresso, Nestlé, JDE Peet’s y FostPlus.
En Brasil, Nestlé se ha asociado con el proyecto Recicleiros Cidades. Esta iniciativa brinda capacitación laboral, promueve la educación de los consumidores sobre reciclaje e implementa infraestructura de recolección de residuos en 11 estados brasileños. Los proyectos de colaboración para la recogida de residuos apoyados por Nestlé en Brasil empoderan hoy a más de 8.000 profesionales del reciclaje.
Nestlé también utiliza materiales reciclados y renovables en sus envases y, a finales de 2023, el 41,5% del total de sus envases estaba fabricado con contenido reciclado o renovable. La empresa utiliza un 50% de polietileno reciclado (rPE) en la película retráctil utilizada en sus fábricas europeas y su objetivo es aumentar continuamente la cantidad de polipropileno reciclado (rPP) y rPE de calidad alimentaria en los envases de muchas de sus marcas, incluida Nesquik, KitKat y Purina.
Conservación del medio natural
Por otro lado y con el objetivo de colaborar en la conservación y mejora de la calidad del medio natural. Nestlé España se ha unido a Consorci del Ter para promover una gestión del río Ter y sus afluentes desde una visión global, sostenible e integradora. El objetivo es fomentar la creación de nuevos hábitats con el fin de potenciar las comunidades de zonas húmedas, permanentes y temporáneas en la zona de las “Deveses d’en Bru”, en Girona.
Las “Deveses d’en Bru” es un espacio fluvial de gran interés paisajístico y florístico, integrado en la red Natura 2000, principal instrumento de conservación de la naturaleza en la Unión Europea. Además, se caracteriza en que este espacio natural discurre alrededor de la fábrica de café soluble Nescafé y de cápsulas de Nescafé Dolce Gusto de Nestlé en Girona.
Mediante este acuerdo, Nestlé y el Consorci del Ter desean trabajar para conseguir que el río Ter y su cuenca hidrográfica se convierta en un espacio cohesionado territorialmente y con un estado ecológico óptimo, es decir, un espacio que cuente con las características que debe tener un entorno fluvial que interactúa y que convive desde hace años con la actividad humana.
Según Jordi Aycart, responsable de sostenibilidad de Nestlé España, “para la compañía de alimentación, las personas están en el centro de sus acciones climáticas. Es por ello que, con el fin de afrontar los retos medioambientales, Nestlé ha decidido colaborar con una entidad de gran relevancia y muy activa en el territorio como es el Consorci del Ter. Así, siguiendo la política de responsabilidad social corporativa de la empresa y con el fin de reforzar su compromiso con la protección de la biodiversidad, con esta colaboración, Nestlé acelera la puesta en marcha de iniciativas en favor del medio ambiente, contribuyendo al desarrollo y preservación de los recursos naturales, a la vez que crea valor para la sociedad”.
Por su parte, para Arnau Rovira, presidente del Consorci del Ter, “la institución, hace algunos años ha iniciado una línea de trabajo basada en la conservación de los espacios fluviales enmarcada en la custodia. El Consorci gestiona ocho espacios emblemáticos del río Ter, más de 200 hectáreas, donde se lleva a cabo una gestión activa para mejorar los ecosistemas, los bosques de ribera y las comunidades de flora y fauna existentes, y en algunos de ellos, además, se produce la ordenación del espacio público con itinerarios de descubrimiento. El espacio de las ‘Deveses d’en Bru’ es uno de ellos, donde este año una de las actuaciones a desarrollar contará con el apoyo de Nestlé”.
A través de esta colaboración, ambas entidades llevarán a cabo iniciativas orientadas a la conservación y mejora de la calidad del medio natural. El proyecto contempla la creación de zonas húmedas temporáneas, así como la recuperación de hábitats potenciales y la mejora ecológica en base a la dinámica hidrológica del espacio. Para ello y con la finalidad de contribuir a la adaptación y mitigación del cambio climático, está previsto desarrollar durante este 2024 más de 700 metros cuadrados de nuevas balsas temporarias, mientras que en 2025 se llevará a cabo la mejora ambiental de 5.000 metros cuadrados de zonas húmedas existentes. Además, se implementarán soluciones basadas en la naturaleza que contribuyan a la reducción de situaciones de riesgo de inundaciones de las zonas urbanas y periurbanas.
Con todas estas actuaciones, se pretende potenciar las poblaciones de anfibios, reptiles e invertebrados autóctonos, favoreciendo la biodiversidad de la zona.