Mercadona ha logrado consolidar su modelo de logística sostenible tras 25 años de relación con Logifruit, proveedor totaler de logística y pionero en introducir el palé de plástico higienizable, reutilizable y reciclable, así como la caja plegable para la distribución alimentaria en España.
Gracias a su apuesta por la constante optimización de los recursos, la compañía ha logrado importantes mejoras logísticas. Un buen ejemplo es la conversión de cajas rígidas a cajas plegables que ha aportado beneficios en toda la red de suministro, en el espacio ocupado por una caja una rígida ahora se transportan tres plegables. Esto ha supuesto una disminución de 96.710 trayectos de camión, menor consumo de combustible y de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Fundada en 1996, Logifruit inició en ese mismo año su relación con Mercadona dando servicio a sus proveedores de frutas y verduras. Desde esa fecha, trabaja siguiendo las premisas de la política de economía circular promovida por la UE (Reducción, Reutilización, Reparación y Reciclaje del envase al final de su vida útil), haciendo un uso eficiente de los recursos y favoreciendo que los materiales permanezcan en el ciclo productivo el mayor tiempo posible.
Este sistema de trabajo eficiente y sostenible persigue el pleno aprovechamiento de las materias primas y alcanzar el residuo cero. Gracias a estos envases reutilizables es posible el ahorro de más de 180.000 toneladas al año de materiales de un solo uso.
Los Proveedores Totaler de Mercadona también desarrollan sus propias estrategias en este sentido. En los últimos años, han llevado a cabo más de 300 medidas con un ahorro total de 2.500 toneladas de material de envase, según datos del Plan Empresarial de Prevención de Ecoembes.
La colaboración entre Mercadona y Logifruit, además, incrementa la seguridad, la eficiencia y la agilidad en el transporte de la mercancía; optimiza el reparto de rutas; mejora el flujo de productos hasta el lineal; optimiza el volumen de entrega a proveedores y refuerza la trazabilidad.
El sistema funciona también gracias a la logística inversa y a la denominada Estrategia del Ocho, cuyo objetivo es no transportar “aire”, es decir, que los camiones nunca viajen vacíos, siendo necesarios menos viajes con un menor impacto en el entorno. La dinámica es ágil y eficaz: los camiones llevan los envases usados al bloque, donde se revisan y se reparan cuando es necesario, enviando la pieza sustituida a reciclar. En pocos minutos los envases vuelven a estar listos -limpios, higienizados y paletizados- para volver al proveedor y de nuevo a las tiendas. Es un ejemplo claro de economía circular, en el que los materiales se mantienen en el ciclo productivo el mayor tiempo posible.
Según Margarita Muñoz, directora de Responsabilidad Social de Mercadona, “desde hace tiempo venimos apostando por un modelo de logística sostenible, que contribuya a reducir el impacto ambiental de nuestra actividad. Tras todos estos años de colaboración con Logifruit en la puesta en marcha de estos envases siguiendo los principios de la Economía Circular y la eficiencia, cada vez estamos más convencidos de la necesidad de seguir cuidando el planeta y de impulsar iniciativas y modelos sostenibles como el de Logifruit, que además garantiza la seguridad alimentaria de los envases, la ergonomía y la eficiencia en el transporte”.