Las personas mayores de 60 años recuperan sus hábitos de compra habituales en los supermercados de proximidad después de los cambios sufridos en la pandemia. La posibilidad de acceder a pie a su tienda de referencia hace que se registre una mayor frecuencia de compra para adquirir productos de alimentación. De hecho, un 90% de consumidores acceden a pie al supermercado.
La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) considera que el supermercado cumple, una función social en el sentido de proveer una alimentación completa con fuerte presencia de los alimentos frescos, muy buscados por los mayores, y de ofrecer cercanía y acompañamiento, especialmente a las personas que viven solas.
En materia de accesibilidad a la compra, uno de los servicios muy apreciados por los clientes de mayor edad es el de compra telefónica. La mayoría de las cadenas de supermercados reforzaron esta opción durante los meses más duros de la pandemia con el objetivo de dar respuesta a un sector vulnerable que podía sufrir un riesgo al salir de casa y tenía poco acceso a la compra online.
Con los datos de la pandemia mejorando día a día, cobra fuerza la función social del supermercado para animar a los mayores a salir de casa, pero el servicio de compra por teléfono se mantiene en bastantes cadenas. Estas observan que su uso se ha estabilizado con un número de clientes fieles, que aprecian el valor añadido de hacer sus compras a medida a través de un medio amigable para ellos como es el teléfono.
Por último, los mayores se muestran más resistentes a la experiencia de la compra online. Los datos del último Observatorio sobre Correo Electrónico en Alimentación realizado por Asedas junto con las universidades Complutense y Autónoma de Madrid indican que las personas de más de 60 años de edad son los que más fieles se mantienen a la compra solo física, presentando niveles inferiores a la media en la opción de compra mixta en un 35% y en un 60% en la opción solo online.