Para llevar una alimentación saludable es básico mantener el equilibrio en las proporciones entre los diferentes grupos de alimentos. No obstante, solo uno de cada 10 encuestados conoce la proporción correcta.
Aunque no existen diferencias considerables entre el conocimiento de padres y adolescentes, la discrepancia más notable se da en las verduras y hortalizas, siendo los progenitores quienes se acercan más a su correcta proporción. Por sexo, las mujeres están más informadas en ambos grupos, según el VII Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias.
Considerando que los hábitos nutricionales se adquieren en la infancia, métodos educativos como Nutriplato cobran especial importancia. Además, una edición anterior del Observatorio reveló que los niños que ayudaban en la cocina comían mejor. Según este estudio, el 73% de los pequeños que seguían una dieta equilibrada colaboraba en casa en la preparación de la comida o cena.
Desconocimiento de padres e hijos
Los progenitores creen tener mayor conocimiento en temas de nutrición que los jóvenes, además de mostrar más interés y predisposición por aprender, especialmente ellas. Pero la realidad demuestra que sobrevaloran sus nociones: ellos mismos se evalúan con un siete, pero sacan un modesto 5,5 en un test de conocimiento, la misma nota que los adolescentes.
Las mujeres son las más avanzadas de la clase en ambas franjas de edad y los datos indican que no existen diferencias significativas de conocimiento entre zonas urbanas y rurales. Pero si se tiene en cuenta el consumo real de los españoles, la práctica se aleja de la teoría.
Un 60% de los encuestados sabe que se deben consumir un mínimo de tres raciones diarias de fruta fresca pero sólo dos de cada 10 lo cumple. En verduras y hortalizas, aunque un significativo 80% de padres y jóvenes conoce la teoría -dos o más raciones diarias-, sólo un 40% la lleva a la práctica.
Pero si hay unas grandes desconocidas para todos, esas son las legumbres. Adultos y adolescentes fallan en la teoría y en la práctica: la mayoría consume un máximo de dos raciones semanales frente a las tres recomendadas.
En el caso del pescado, todos se alejan considerablemente del consumo óptimo semanal: solo un 22% de los padres hace lo correcto versus a un 15% de los adolescentes. De entre los progenitores y jóvenes con mejor calificación en el examen -de siete a 10- , son los primeros los que comen de media más raciones semanales de fruta, pescado y frutos secos.
Finalmente, y en contra de lo esperable, los datos revelan que padres y madres son más aventureros que los jóvenes a la hora de lanzarse a probar nuevos alimentos.