Según el último informe del Observatorio Cetelem, los españoles tienen previsto gastar una media de 287 euros en la vuelta al cole de este año, lo que supone un incremento del 8% respecto a 2023. A pesar de la inflación, el 59% de los encuestados planea mantener el mismo nivel de gasto que el año anterior, mientras que un 24% espera aumentarlo y un 17% optará por reducirlo.
Aunque los efectos de la inflación aún se perciben en cuatro de cada 10 hogares, esta cifra ha disminuido en comparación con 2023, cuando el 56% de las familias reportaba verse afectada. Este año, solo un 41% de los encuestados asegura que la subida de precios influirá en sus decisiones de compra.
Para contrarrestar los efectos de la inflación, un 45% de los españoles reutilizará materiales y productos de años anteriores. Además, un 33% se acogerá a programas como el plan «Accede» para obtener libros de manera gratuita, aunque esta opción ha disminuido en popularidad, registrando un descenso de nueve puntos porcentuales respecto al año pasado. La compra de productos de segunda mano también es una alternativa adoptada por un 27% de los encuestados.
En cuanto a las compras previstas, el material escolar sigue liderando la lista de prioridades con un 44% de menciones, seguido de los libros (40%) y la ropa (38%). Estos tres grupos de productos muestran un ligero aumento en comparación con 2023. Por otro lado, se observa un crecimiento en la intención de compra de cuadernos, mientras que la adquisición de uniformes disminuye en 2 puntos porcentuales.
Los consumidores de entre 40 y 44 años destacan como los que más gastarán este año, con un desembolso medio previsto de 363 euros, un 27% por encima de la media nacional. En cuanto a la distribución del gasto, un 47% de los encuestados planea gastar menos de 100 euros, mientras que un 27% gastará entre 100 y 300 euros. El 13% de los hogares superará los 500 euros en sus compras, lo que supone un ligero incremento respecto al año pasado.
La campaña de la vuelta al cole de 2024 refleja un panorama económico aún influido por la inflación, pero con un leve optimismo por parte de los consumidores, que buscan equilibrar sus gastos manteniendo la calidad en las compras esenciales.