Cada español consume una media de 111,2 gramos de azúcar al día, una cantidad que cuadriplica los 25 gramos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Gran parte de este azúcar procede de productos industriales o envasados y pasa desapercibido entre los propios consumidores porque no aparece un distintivo advirtiendo del elevado porcentaje.
“El azúcar que podemos añadir al café o al té no son nada en comparación con los azúcares que se encuentran en los alimentos ultraprocesados y pasan desapercibidos por los propios consumidores puesto que actualmente no es obligatorio declarar o advertir de este elevado porcentaje”, afirma Paula Crespo, presidenta del del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa).
“Los típicos cereales de desayuno o las galletas, el cacao en polvo, los zumos de frutas y los yogures de sabores, productos muy consumidos en el desayuno de los españoles, ya tienen cantidades de azúcares añadidos mucho más elevadas de lo recomendado para un único día”, explica Rocío Planells, dietista-nutricionista gerente del CODiNuCoVa.
Si a este desayuno le sigue una comida a mediodía con alguna bebida azucarada, una salsa industrial o incluso aderezos para ensalada, como el vinagre tipo balsámico o la salsa césar, se puede llegar con facilidad a sobrepasar el límite de azúcar.
“Realizar una compra en el supermercado de forma saludable es un propósito difícil de cumplir si no se sabe bien cómo hacerlo: más de la mitad de los productos envasados de consumo diario supera los límites de azúcar, pero también de sodio, grasas de baja calidad o calorías. Así, no es de extrañar que los españoles hayamos consumido 151 millones de kilogramos de azúcar en un año”, aclara la dietista-nutricionista.