La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un test de envase con consumidores, que in situ probaron y dieron su opinión sobre los bioenvases, sin saber que estaban hechos con material orgánico y los comparaban con los envases de plástico tradicional y los resultados han demostrado que éste tipo de envase es preferido por los consumidores.
Esta prueba forma parte de un proyecto financiado por la Comisión Europea y en el que la OCU participa y que tiene como objetivo buscar, producir y evaluar nuevos envases más sostenibles, tanto desde el punto de vista medioambiental, como de sus implicaciones económicas y sociales.
En concreto, la investigación del proyecto CIRC-PACK, ha conducido a la producción de varios prototipos de nuevos envases, orgánicos y compostables, que han sido probados y valorados por 180 usuarios de seis países europeos, incluyendo España.
Este nuevo prototipo de envase está elaborado a partir de celulosa de pañales, compresas y absorbentes, entre otros materiales, que mediante diferentes procesos de separación y fermentación y en combinación con aditivos igualmente renovables, dan lugar a los bioplásticos. Es decir, estos bioenvases provienen de materia orgánica que iba a ser desechada y a su vez puede volver a reciclarse, junto a la materia orgánica, en plantas de compost industrial, cerrando el círculo.
Los resultados de este estudio no dejan lugar a duda: confrontados con los envases de plástico actuales, los bioenvases son preferidos por los consumidores en casi todos los aspectos valorados o, al menos, tendrían la misma aceptación que los envases de plástico tradicional.
Además, más de tres cuartas partes de los usuarios incluso afirman que comprarían los bioenvases aunque estos costaran hasta un 20% más, aunque este porcentaje desciende a medida que se proponen precios más altos. En el caso de las bolsas de múltiple uso, la disposición a sustituir las convencionales por las de bioplástico es incluso mayor, sobre todo, en España.
Según OCU, “estos resultados demuestran que los bioenvases han superado la prueba de los consumidores. Además, existen pocas barreras funcionales o económicas para su implantación”. Por eso, OCU cree que “no hay excusas para poner en marcha la sustitución del plástico tradicional por los bioenvases” y afirma que “estamos en el buen camino. Solo queda que los fabricantes los produzcan y utilicen a gran escala”.