Aterriza en España Copper Dog, un whisky con un toque canalla lleno de historia, que rinde homenaje a los trabajadores de las destilerías del norte de Escocia que a partir de 1.707 comercializaban de forma ilegal con este preciado líquido por la subida de impuestos por la Corona.
El nombre de Copper Dog hace referencia al ingenioso tubo de cobre con el que los contrabandistas de la época tomaban muestras ilícitamente de los barriles de maduración de whisky. Cuenta la leyenda, que los contrabandistas fabricaban este pequeño cilindro y que se lo escondían después en el forro del pantalón, o incluso lo colgaban al cuello de sus perros, y así pasar desapercibidos.
Copper Dog nació en el Pub del Hotel Craigellachie de Speyside (con el mismo nombre que el whisky) en el que antaño los trabajadores locales compartían sus historias sobre el contrabando y en donde, muchos años después, inspirado por estas aventuras, el conocido empresario británico Piers Adam, creó este whisky único.
Copper Dog, que ya está a la venta en El Corte Inglés, es el resultado de la mezcla de ocho whiskies de malta procedentes de distintas destilerías de Speyside, lentamente añejados en barriles de roble, que le aportan al líquido un sabor afrutado y un toque final ligeramente picante.