Las semillas de girasol son un gran alimento para la salud de la piel ya que son altamente nutritivas, con grandes contenidos de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y antioxidantes, recuerda la Asociación Norteamericana de Pipa de Girasol, que destaca esta “combinación nutricional ayuda a combatir el acné, los signos de fatiga, colabora en la reparación de la piel y tiene beneficios anti age”.
En concreto, las pipas de girasol son una fuente de zinc y estos minerales son necesarios en una dieta saludable, “sobre todo si quieres deshacerte del engorroso acné, pues gracias a sus propiedades antiinflamatorias ayudan a reducirlo”.
Además, las semillas de girasol contienen nutrientes que contribuyen a la vitalidad de la piel. Por ejemplo, la vitamina E, que ayuda a prevenir y proteger a la piel del daño solar, previene las cicatrices y la aparición de arrugas, y las vitaminas del grupo B que contienen las pipas de girasol americanas en cantidades muy elevadas, que se las puede considerar como un complejo revitalizador y antienvejecimiento.
Por otro lado, los ácidos grasos Omega-3 presentes en las pipas de girasol regulan las hormonas, algo que afecta visiblemente a la piel. Además, son ricas en hierro, un mineral esencial en el transporte de oxígeno de nuestros pulmones, a través de la sangre, a todas las células del organismo, ayudando así a evitar la fatiga y los signos en nuestra piel que de esta se pueden derivar, la anemia y las infecciones que la deficiencia de hierro puede provocar en el cuerpo.
Otros de los nutrientes que las pipas de girasol aportan a nuestro organismo son las proteínas. “Éstas tienen un papel importantísimo en el cuidado de nuestra piel ya que nos aportan aminoácidos que contribuyen al desarrollo, mantenimiento y reparación de los tejidos del organismo, colaborando en la regeneración de la piel y su cicatrización”, destaca Pipas USA.