La pandemia ha acelerado la innovación entre las empresas de gran consumo en España durante el último año. Concretamente, el 75% de las empresas españolas de este sector incrementó su presupuesto en I+D durante los meses más duros del Covid-19, 14 puntos por encima de una media global situada en un 61%.
El contexto actual expone, también, un cambio de mentalidad en la empresa española, ya que el sentimiento de inconformismo respecto a si realizan suficiente I+D crece un 27%, porcentaje 14% superior al nivel mundial; en el ámbito del gran consumo esta cifra se equipara, ya que, un 50% considera que no está realizando lo suficiente en innovación, que, contrasta con el nivel mundial que es casi 20 puntos más optimista (69,8%), según el III Barómetro Internacional de la Innovación de Ayming.
Según explica Carlos Artal, director general de Ayming España, “la pandemia ha provocado que a nivel mundial se haya incrementado el valor del I+D, demostrando que los países más avanzados en tecnología y digitalización son más resilientes ante cualquier crisis. Tanto es así, que, únicamente en España, casi el 70% de las empresas de gran consumo consideran que es crucial innovar durante una crisis y casi un 60% han sido conscientes de la importancia que tienen sus equipos internos de innovación”.
En relación a los recursos con los que cuentan las empresas de gran consumo para desarrollar sus planes en innovación, un 67% se abastece de los propios y el 50% se nutre de colaboraciones con otras organizaciones, cifra que presenta 10,5 puntos de diferencia con la tendencia de las compañías globales, que optan por contar con recursos externos privados (I+D de otras empresas o proveedores de servicios).
En España contar con la colaboración de recursos públicos externos, como universidades o laboratorios de investigación se trata de las opciones menos contempladas (33%), aunque tal y cómo apunta el director general de Ayming España, «los Next Generation Eu deben ayudar a que esta tendencia cambie. El sector público y el privado son plenamente conscientes de que la inteligencia colectiva es esencial para hacer frente a los grandes retos del mañana y, para ello, debemos aprovechar el gran impulso que aporta esta oportunidad histórica para la innovación en las empresas de gran consumo españolas, a través de la colaboración público-privada”.
El 75% de las empresas del sector de bienes de consumo en España impulsa su estrategia en I+D para adaptarse a las tendencias a largo plazo y la futura demanda del mercado, tres puntos por encima de la tendencia global (72%), aunque, igualmente, posicionado como un factor prioritario. Respecto a los otros grandes impulsores de la innovación entre el tejido empresarial español destacan las oportunidades de crecimiento a corto plazo (58,3%), la mejora de las capacidades técnicas (50%) y mantener el ritmo de la competencia (41,7%).
A juicio del director general de Ayming España, “si analizamos los motivos por los que las compañías están considerando prioritaria la inversión I+D son bastante lógicos, a nivel de oportunidad de crecimiento. Esta es una de las consecuencias del periodo que estamos atravesando: la innovación es vital para mantener y hacer crecer el negocio”.
Un 25% de las compañías de gran consumo en España considera que la pandemia ha perjudicado de manera negativa a los presupuestos de inversión de la I+D frente a un 43% del conjunto internacional. Es más, el conjunto español del sector (58,3%) considera que la innovación ha sido un factor diferencial durante la pandemia y un 75% confirma que ha invertido durante la misma.
Casi un 59% de las compañías del sector considera que ha quedado demostrado que las empresas deben ser capaces de identificar las oportunidades y actuar rápidamente sobre ellas con nuevas propuestas y, por ello, un 42% afirma que los equipos internos de innovación han cobrado una mayor importancia en las organizaciones.
Para Carlos Artal “es llamativo que un 66,7% del tejido empresarial del sector gran consumo constate que la pandemia ha demostrado la interrelación existente entre una I+D eficaz y los resultados empresariales. Es de vital importancia empezar ya a acometer planes estratégicos con la transformación digital y la sostenibilidad como puntas de lanza, especialmente en sectores tractores como el agroalimentario. El aprendizaje extraído debe servirnos para actuar de inmediato”.