Unilever ha logrado reducir el uso de plástico virgen en un 13% en comparación con 2019. Además, la proporción de plástico reciclado (PCR) en sus envases se ha disparado del 1% al 21% en cuatro años.
“Esto puede parecer sencillo, pero obtienes un nivel completamente nuevo de apreciación cuando vas detrás de escena y ves lo que se necesita para obtener contenido reciclado de alta calidad, y luego logras que los materiales se vean y se comporten tal como lo harían si lo fueran de plástico virgen nuevo”, explica Pablo Costa, director global de embalaje de la compañía.
“Estoy orgulloso de que muchas de nuestras marcas más importantes, como Hellmann’s, Dove y Sunlight, utilicen altos niveles de PCR en sus envases”, añade y explica que el uso de materiales reciclados no solo ayuda a garantizar que se recoja y recicle más plástico y, lo que es más importante, se desvíe del medio ambiente, sino que también tiene una huella general de gases de efecto invernadero significativamente menor que el plástico virgen durante todo el ciclo de vida del envase.
“También tenemos más innovaciones en envases que utilizan menos o nada de plástico que nunca, como nuestras cápsulas para lavandería Dirt is Good (Persil, Skip y OMO) en cajas de cartón sin plástico. Este es sólo un ejemplo de cómo estamos remodelando radicalmente nuestro uso del plástico al repensar nuestro enfoque en el diseño de envases, materiales y modelos comerciales”, añade Costa.
En cuanto a los desafíos a los que se enfrenta la compañía en esta área, el ejecutivo señala que “cuando establecimos nuestros objetivos en materia de plásticos hace tantos años, implicó hacer un movimiento bastante audaz basado en la información que teníamos disponible en ese momento. Tomemos como ejemplo nuestro objetivo de ser 100 % reciclable, reutilizable o compostable. Estamos avanzando en el diseño de nuestros envases para el reciclaje, pero lo que realmente se recicla a escala depende de las instalaciones locales de recolección, clasificación y procesamiento. Ésa es la diferencia entre reciclabilidad «técnica» y «real». Al liderar la industria y enviar una señal clara al mercado con el objetivo de reciclabilidad «real» que nos propusimos, esperábamos que la infraestructura siguiera el ejemplo. Pero la realidad es que aún existe una gran brecha”.
“Pero si realmente queremos superar los obstáculos fundamentales identificados en la revisión de cinco años, necesitamos innovaciones más audaces y nuevas soluciones a una escala aún mayor”, añade.