Ante la convocatoria de paro de transportes, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) manifestó desde el primer momento el respeto hacia aquellas empresas y autónomos que decidieron detener su actividad. A pesar de ello, desde la organización informan de que sus empresas fueron víctimas de amenazas actos violentos.
Entre las acciones violentas que denuncia la CETM pueden nombrarse ruedas pinchadas, lonas rajadas, lanzamiento de piedras, desenganchado de semirremolques y cortado de cables de frenos, por no hablar de las mentiras, insultos o faltas de respeto que se han vertido sobre todo en redes sociales.
Cada una de esas ruedas rajadas supone 600 euros, una luna 500 euros, un toldo 3.000 euros y las mangueras de los frenos 1.500 euros. Es decir, un total de pérdidas millonarias que pueden arruinar a quien las sufre, sobre todo si es una pequeña empresa.
“Hemos notado una gran falta de sensibilidad por parte de los convocantes de este paro, que no han sido capaces de reconsiderar la situación y ponerle fin en el mismo momento en que comenzaron las agresiones contra las empresas y autónomos que no lo secundaban”, opinan desde la Confederación. Y añaden que “lo que más nos ha dolido, es que hemos visto cómo se ponía en peligro la vida de nuestros profesionales”. De hecho, la CETM llegó a reclamar al Gobierno una mayor seguridad.
Sin embargo, la organización también tiene palabras de agradecimiento hacia aquellos que han ejercido pacíficamente su derecho a paro y valora su respeto. Además, en su comunicado recalca que la CETM también trabaja por lograr unas mejores condiciones para el sector.
“El pasado 24 de marzo llegamos a un acuerdo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que incluye medidas de gran calado que ayudarán mitigar los efectos del alza de los combustibles y que se han incluido en el Real Decreto-ley aprobado este martes en Consejo de Ministros”, explican.
Y recuerdan que en diciembre lograron un paquete con 20 medidas destinadas a la mejora del sector, entre las que se incluyen la prohibición de la carga y la descarga por parte del conductor, la reducción de los tiempos de espera o la obligatoriedad de la cláusula de revisión del precio del combustible, entre otras.