Tras la producción excepcionalmente elevada de 2018, por segundo año consecutivo la Organización Internacional del Vino (OIV) prevé que el volumen de producción mundial de vino este 2020 esté por debajo de la media. En concreto, excluidos zumos y mostos, la previsión se sitúa entre 253,9 y 262,2 millones de hectolitros, con una estimación de rango medio en 258 millones de hectolitros, cifra un 1% superior a la de 2019.
“Esto no necesariamente debe considerarse una mala noticia para el sector vitivinícola, dado el contexto actual en el que las tensiones geopolíticas, el cambio climático y la pandemia de la covid-19 generan un alto grado de volatilidad e incertidumbre en el mercado mundial del vino”, señaló el director general de la OIV, Pau Roca, durante la rueda de prensa de presentación de los datos.
En concreto, en la Unión Europea (UE), las buenas condiciones climáticas favorecieron una cosecha potencialmente abundante en 2020; sin embargo, esta se ha visto limitada por diferentes medidas a nivel tanto gubernamental como de las asociaciones de productores con el fin de mitigar los impactos negativos (directos e indirectos) de la pandemia de la covid-19 en el mercado mundial del vino. De este modo, el volumen de producción este año se estima en 159,0 millones de hectolitros (excluidos zumos y mostos), alrededor de 5% más que en 2019. Este volumen muestra un incremento anual de siete millones de hectolitros en comparación con 2019
Las estimaciones generales preliminares para la producción de vino en 2020 en los países de la UE indican una situación mucho más heterogénea en comparación con los años anteriores. Un ejemplo de esta situación se ilustra en los tres principales países productores, en los que, con respecto a 2019, se produce una caída del 1% en Italia (47,2 millones de hectolitros), un ligero aumento del 4% en Francia (43,9 millones de hectolitros) y un gran incremento de más del 11% en España (37,5 millones de hectolitros).
Sin embargo, se debe tener en cuenta que en los tres países, los cuales en forma conjunta representan el 49% de la producción mundial de vino y el 81% de la producción de vino de la UE, se muestran niveles preliminares para 2020 que son menores o simplemente están por debajo de sus medias en los últimos cinco años. Esto es el resultado de una combinación de condiciones climáticas generales favorables durante la primavera y el verano, y la aplicación de medidas regulatorias.
También se registra un crecimiento positivo con respecto a 2019 en otros países de la UE que son grandes productores de vino como Alemania (8,9 millones de hectolitros, 8% más que en 2019), Hungría (2,9 millones de hectolitros, un 22% más que 2019) y Austria (2,7 millones de hectolitros, un 10% más que 019). Estos países muestran niveles de producción que son similares o incluso superiores a sus medias de los últimos cinco años.
Portugal, con 6,5 millones de hectolitros en 2020, tiene una producción similar a la de 2019 y a su media de los últimos cinco años, mientras que países como Rumanía (3,6 millones de hectolitros) y Grecia (dos millones de hectolitros) muestran una variación negativa con respecto a 2019 (−7% y −2%, respectivamente) y sus medias de los últimos cinco años (−12% y −17%, respectivamente).
Producción fuera de la UE
En el hemisferio norte, fuera de la UE, la producción de vino en 2020 es elevada en países como Rusia (4,7 millones de hectolitros, un 2% más que en 2019) y Ucrania (un millón de hectolitros, un 1% más que en 2019), mientras que Georgia y Moldavia (que atraviesan sequía) han registrado una contracción en la producción, con 1,7 millones de hectolitros (−3% que en 2019) y 1,2 millones de hectolitros (−18 % que en 2019), respectivamente.
Se prevé que el volumen de producción de vino en Suiza en 2020 (0,9 millones de hectolitros) sea no solo menor que el del año pasado (−10% que en 2019), sino también 8% menor que la media observada en el período de los últimos cinco años.
En EEUU, la estimación preliminar para la producción de vino es de 24,7 millones de hectolitros (+1% que en 2019). Esta cifra se basa en las previsiones del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) sobre la cosecha.
En este momento del año no hay datos disponibles sobre la cosecha en China. Sin embargo, es probable que la producción de vino continúe con la contracción que comenzó en 2016 por los motivos estructurales descritos en el informe de la OIV sobre la coyuntura del sector vitivinícola, publicado en abril de 2020.
Por su parte, en el hemisferio sur, donde la vendimia finalizó en el primer trimestre de 2020, las cifras preliminares de la producción de vino tienden a ser más precisas y confiables en este período del año. En relación con los volúmenes, se registró un fuerte descenso en la producción de vino entre los principales países productores, con algunas excepciones.
Cabe mencionar que la pandemia de la covid-19 se propagó durante la temporada de vendimia, aunque aparentemente esta dificultad no ha tenido un gran impacto en los volúmenes de producción. Sin embargo, debido a condiciones climáticas desfavorables, se estima que la producción para 2020 será de 49 millones de hectolitros, lo que representa un 8% menos con respecto a 2019.
América del Sur es la región del hemisferio sur que registra la mayor disminución con respecto al nivel de producción de 2019. En Argentina, la producción vinícola en 2020 se redujo significativamente a 10,8 millones de hectolitros (−17% que en 2019) debido a las condiciones climáticas desfavorables provocadas por El Niño. Chile, con 10,3 millones de hectolitros, registra un descenso del −13% con respecto a 2019, principalmente debido a la sequía. Ambos países muestran niveles de producción muy por debajo de su promedio de los últimos cinco años, con -13% y -10% respectivamente. Brasil tiene un volumen de producción de vino estimado de 2,2 millones de hectolitros, similar al año anterior, un nivel que es 15% menor que su media de los últimos cinco años.
En Sudáfrica, donde la sequía afectó significativamente a las cosechas en 2018 y 2019, se estima que la producción de vino en 2020 será de 10,4 millones de hectolitros, lo que significa un aumento en el nivel, de regreso a la normalidad.
En Oceanía, Australia registra una marcada disminución en el volumen de producción de vino en 2020, en 10,6 millones de hectolitros (−11% con respecto a 2019 y −16% con respecto a su media de los últimos cinco años). Esto se puede explicar parcialmente mediante una combinación de factores que redujeron el volumen de producción: las sequías hicieron que los rendimientos disminuyeran; se produjeron incendios forestales durante la temporada de vendimia y algunas de las uvas se vieron afectadas por los contaminantes derivados del humo. En Nueva Zelanda, la producción de vino muestra una tendencia contraria con respecto a Australia y, por cuarto año en su historia, produce más de 3 millones de hectolitros, precisamente 3,3 millones de hectolitros en 2020 (+11% que en 2019 y +15% en comparación con su media de los últimos cinco años).