La planta embotelladora de Nestlé en Herrera del Duque, en Badajoz, ha sido reconocida con el estándar de la Alliance for Water Stewardship (AWS) gracias a su gestión responsable medioambiental. Esta certificación promueve el uso responsable del agua que beneficia a las comunidades locales, al tiempo que garantiza la sostenibilidad ambiental de las cuencas hidrográficas.
Esta certificación constata cómo la compañía se preocupa por el agua a través de cuatro áreas clave: en su fábrica de Herrera del Duque, fortaleciendo los esfuerzos de eficiencia del agua; en la cuenca hidrográfica, trabajando para proteger los recursos hídricos compartidos; en la cadena de suministro agrícola y en la comunidad donde está ubicada.
“Este reconocimiento es fruto del trabajo llevado a cabo en los últimos años en la factoría, que ha contado con la colaboración permanente de los principales actores de la zona, tanto públicos como privados, y que está centrado en realizar una gestión sostenible del agua y hacer que la actividad de la planta sea compatible con el cuidado del entorno y la biodiversidad”, destaca el director de Nestlé Waters España, Philippe De Maillardoz.
Situada en plena reserva de la Biosfera de La Siberia, la factoría monitoriza en tiempo real la captación de los recursos naturales, con el objetivo de asegurarse la extracción de agua de manera eficiente, sabiendo en cada momento el nivel del acuífero y evitando las posibles pérdidas durante el proceso de extracción y envasado.
Desde que Nestlé se instalara en Herrera del Duque hace ya más de 15 años con la construcción de la planta embotelladora de Nestlé Aquarel, la compañía lleva a cabo la gestión del acuífero Aquarel Las Jaras, ubicado en la Dehesa de las Navas, en Badajoz. Desde entonces, la planta ha contribuido a generar empleo y a dinamizar la economía convirtiéndose en un motor económico para la región.
Además, promueve la transición energética a través de la descarbonización y la integración eficiente de las energías renovables. Así, ha disminuido en un 94% las emisiones de gases de efecto invernadero entre 2011 y 2021 y el objetivo es reducirlo totalmente para 2025. Además, desde 2014, toda la energía eléctrica que se compra a la red en este centro de producción proviene de fuentes renovables.
Esta planta tampoco genera residuos a vertedero, al fomentar la reutilización, reciclaje o valorización de aquellos que se producen, siendo todo un modelo de desarrollo económico sostenible.
Todo ello como resultado del objetivo marcado por Nestlé Waters de que, en 2025, la naturaleza retenga más agua de la que utiliza la empresa en su día a día a través de la regeneración de los ciclos locales hídricos.
Esta certificación se une a la concedida en años anteriores a la planta embotelladora de Nestlé en Viladrau (Girona), así como a la de la fábrica de salsas de tomate de la Compañía en Miajadas (Cáceres). Además, esta última se caracteriza por ser la primera que se concede a una factoría de alimentación en Europa.