La tierra de la Ribera Baja, en la región de Navarra, ha dado inicio a la vendimia de este año, marcando un hito en la historia vitivinícola al llevar a cabo una cosecha temprana. Con un adelanto notorio en el ciclo de la vid, las vides florecieron más temprano de lo previsto debido a las altas temperaturas experimentadas especialmente en abril, se le sumó la persistente sequía de los últimos tres años, que no pudo ser contrarrestada por las lluvias de primavera. Estos factores han convergido para que la cosecha de uvas comience antes que nunca, abriendo las puertas a una temporada de vendimia excepcionalmente adelantada.
La región de la Ribera Baja, situada al sur de la denominación de origen Navarra, ha sido el epicentro de esta notable actividad vitivinícola. Aquí, se han recolectado las variedades de uva más tempranas, entre ellas las icónicas Chardonnay y Moscatel de Grano Menudo, que dan vida a los característicos vinos dulces de la zona.
La sección de Viticultura y Enología del departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra (EVENA) ha estimado que la cosecha de este año alcanzará alrededor de 66 millones de kilogramos de uva, lo que representa un aumento de más del 10% con respecto al año anterior. A pesar de algunos focos localizados de oidio que se manifestaron, los viticultores afectados supieron abordarlos de manera adecuada para preservar la calidad de las uvas. Según David Palacios, presidente del Consejo Regulador, «contar con uvas de calidad es fundamental para elaborar vinos excepcionales y contribuir al prestigio de la Denominación de Origen».
La jornada inaugural de la vendimia da paso a dos meses intensos de actividad, durante los cuales 85 bodegas y más de 2.000 viticultores se unirán para dar forma a esta temporada histórica. Las condiciones óptimas de la región, incluyendo las oscilaciones térmicas entre el día y la noche, brindan un entorno propicio para un proceso de vendimia fructífero y exitoso.
La Denominación de Origen Navarra abarca aproximadamente 10.000 hectáreas de viñedos, divididos en cinco zonas: Ribera Baja, Ribera Alta, Baja Montaña, Valdizarbe y Tierra Estella. Debido a las diferencias climáticas y de suelo, la vendimia en Navarra se caracteriza por su carácter escalonado, que se extiende a lo largo de las distintas áreas de la denominación. Una variada paleta de variedades de uva, incluyendo Garnacha, Tempranillo, Chardonnay y Moscatel de Grano Menudo, contribuye a la riqueza y diversidad de los vinos producidos en esta región, que se distinguen por su frescura y calidad excepcional gracias al entorno único en el que florecen las vides, en el norte de la Península Ibérica.