El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del mes de diciembre se sitúa en 77,7 puntos, 0,4 puntos por encima del dato del mes anterior. Este ligero aumento del índice se debe a los pequeños avances registrados tanto en la valoración de la situación actual, 0,6 puntos, como al incremento de 0,2 puntos en la valoración de las expectativas. De esta forma, termina el año en valores cercanos a los registrados a finales del 2013 y primer trimestre de 2014.
En relación con el mes de diciembre del pasado año la evolución es claramente negativa. El ICC desciende desde diciembre del pasado año 13,2 puntos, con una pérdida en términos absolutos para la valoración de la situación actual de 13,3 puntos y de las expectativas, que ofrecen un descenso prácticamente igual, de -13 puntos.
En cuanto al índice de valoración de la situación actual, alcanza en diciembre los 70,1 puntos, un pequeño incremento de 0,6 puntos con relación al obtenido el pasado mes de noviembre. No obstante, esta evolución presenta grandes diferencias entre sus tres componentes: así, la valoración de la situación económica actual ofrece un avance de 1,6 puntos, mientras la situación de los hogares muestra una ligera subida de solo 0,3 puntos y, por su parte, las valoraciones del mercado de trabajo retroceden tan solo 2 décimas de punto.
En relación con los datos de diciembre de 2018 la evolución es muy negativa en todos sus componentes salvo en los referidos a la situación de los hogares, que presenta un descenso más limitado. La valoración de la situación económica desciende 18,9 puntos con relación a la de hace un año, las opciones que ofrece el mercado de trabajo se valoran 18,2 puntos por debajo del valor de hace un año, mientras que la situación en los hogares limita su caída a 2,9 puntos en los últimos doce meses.
Asimismo, el índice de expectativas llega en este mes a los 85,4 puntos, con un aumento de 0,2 puntos, un 0,2% en porcentaje, respecto al mes precedente. Sin embargo, esta aparente estabilidad de las expectativas se produce a pesar de un comportamiento muy heterogéneo de sus tres componentes: así, las expectativas sobre la situación futura de la economía crecen 0,9 puntos, mientras las relativas al mercado de trabajo ofrecen un descenso 1,6 puntos. Por su parte, las expectativas respecto a la evolución de los hogares se sitúan 1,2 puntos por encima del dato del mes de noviembre.