Heineken trabaja para potenciar la paridad de su equipo e impulsar el talento femenino a todos los niveles, desde los puestos más junior hasta la alta dirección. Para lograrlo, de cara a 2030 se ha marcado el objetivo de hacer que sus comités de dirección (en todos los países en los que opera) estén formados por al menos un 40% de mujeres, un desafío ya cumplido en España.
Y es que en este país, seis años antes de esta fecha, la compañía cuenta con un 44% de representación femenina, con cuatro mujeres entre los nueve miembros que forman su comité de dirección y una sólida base de talento para garantizar la sucesión de estos puestos. En concreto se trata de Lucía López-Rúa, directora de Marketing, Carmen Ponce, directora de Asuntos Corporativos y presidenta de su Fundación Cruzcampo, Monica Zai, directora de People y Janina Vriesekoop, directora de Digital & Technology (D&T), recién incorporada a España tras más de diez años en la compañía en los Países Bajos y Malasia.
Estos datos hacen que Heineken España destaque en materia de igualdad dentro de su compañía y entre el tejido empresarial español, al superar los parámetros voluntarios que sugieren instituciones nacionales y europeas. Tanto es así, que la presencia de mujeres en la cervecera española aumenta año tras año, tanto en el total de su plantilla -ya ascienden al 30%-como en puestos de liderazgo (más del 35%), haciendo que cada vez haya más maestras cerveceras, comerciales, responsables de D&T u operarias en sus fábricas y oficinas.
Tal y como afirma Etienne Strijp, presidente de Heineken España, “en Heineken queremos un mundo más justo y diverso, y trabajamos cada día para conseguirlo impulsando la igualdad laboral, la equidad y paridad. Los equipos diversos e inclusivos despiertan un pensamiento más abierto y plural, una mayor innovación y un mejor rendimiento. Por eso abrazamos la diversidad en todo lo que hacemos, a través de nuestras marcas y, por supuesto, de nuestra gente. Más allá de cumplir cuotas, nuestros programas buscan atraer talento femenino y romper definitivamente el techo de cristal que frena las oportunidades de carrera de muchas mujeres, especialmente en el ámbito directivo”.