General Mills registró un beneficio neto de 528,5 millones de dólares en su primer trimestre fiscal, entre junio y agosto, lo que supone un incremento del 33,5% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
En esta cifra ha tenido una importante repercusión que los costes asociados a las ventas se redujeran un 5% hasta los 2.613 millones de dólares, mientras que los gastos de venta, generales y administrativos también descendieron, este caso un 3,2%, hasta los 718,9 millones de dólares.
Por su parte, las ventas de la multinacional cayeron un 2,2% hasta los 4.002,5 millones de dólares. Por zonas geográficas, las ventas en Europa y Australia cayeron un 9,3%, hasta los 454,1 millones de dólares mientras que en Asia y Latinoamérica descendieron un 9,9% hasta los 359,5 millones de dólares.
«Estamos haciendo un progreso claro para convertirnos en un General Mills más ágil y más conectado con el consumidor«, dijo el presidente y director ejecutivo de General Mills, Jeff Harmening, que añadió que “nuestro desempeño en las ventas netas del primer trimestre incluyó una mejora alentadora en el sector minorista de América del Norte y un fuerte crecimiento en Pet, impulsado por una buena innovación y una inversión efectiva en la construcción de marca. Tuvimos un comienzo más lento en nuestros otros segmentos, y estamos tomando medidas para impulsar la mejora de la línea superior para esos segmentos y la compañía a partir del segundo trimestre”.
De cara al futuro, Harmening ha señalado que “seguimos en camino de cumplir nuestros objetivos fiscales para 2020, incluida la aceleración de nuestro crecimiento de ventas orgánicas, el mantenimiento de nuestros fuertes márgenes y la reducción de nuestro apalancamiento».