Freshis nació en Madrid pocas semanas antes del famoso confinamiento de marzo de 2020. Se trata de la primera startup española que traslada frutas y verduras frescas a domicilio directamente del campo, eliminando intermediarios, y en menos de una hora. De esta forma, la empresa distribuye productos frescos con un mejor nivel de maduración.
Esta empresa fue fundada por tres emprendedores españoles, Lluis Puig, Pablo Engelmann y Jaume Puig. Compartían el propósito de redefiir las reglas del mercado, respetando al productor de los alimentos, evitando las prácticas comerciales abusivas y ofrecer al cliente un servicio diferente. Así, el consumidor puede recibir productos de alta calidad con un tiempo de espera mínimo.
“Nuestra puesta en funcionamiento coincidió con el cierre del país por el primer estado de alarma. En ese momento, toda la ciudad intentaba hacer la compra sin salir de casa y nosotros nos pusimos a repartir frutas y verduras en nuestras motos personales, tratando de satisfacer todos los pedidos que nos llegaban”, afirma Pablo Engelmann, cofundador y director de operaciones de Freshis.
Con Freshis, el consumidor puede recibir su pedido en menos de 18 horas desde que se recolecta en el campo y en menos de una hora desde que se realiza el pedido en la plataforma. “Somos capaces de enviar una fruta o verdura en menos de 18 horas desde el corte de planta o la recolección, reduciendo la cadena de suministro actual, que se sitúa en un mínimo de cuatro días, y asegurándonos así un producto de una altísima calidad”, afirma Lluis Puig, CEO y fundador de Freshis.
La startup ha cerrado 2021 con resultados positivos, habiendo servido más de 10.000 pedidos, con un ticket medio de 42 euros por pedido y con más de 3.000 clientes registrados. Ahora pretende expandir su negocio por el territorio nacional e internacional a lo largo de este año, pues tras su lanzamiento en Madrid, la plataforma llegará en febrero a Barcelona, y más adelante a Berlín, Múnich y Hamburgo.
Según Lluis Puig, “tenemos un alto nivel de exigencia con el producto y eso nos permite tener una relación muy estrecha con los agricultores, llegando a establecer, junto a ellos, un precio fijo por la compra de sus alimentos para todo el año, que mantenemos invariable independientemente de la estacionalidad, para que nunca perjudique ni al consumidor ni a ellos. Así nos aseguramos de que los agricultores cobran un precio justo por su trabajo y que, además, tienen margen para reinvertir en innovación y en la mejora de sus productos”.
Los fundadores de Freshis estiman que, con su modelo de negocio, los productores pueden incrementar sus ganancias en un 30% frente al modelo de venta tradicional, ya que la plataforma paga entre 10 y 20 céntimos más por kilogramo que, por ejemplo, los hipermercados y supermercados.