La bodeguera ribereña María Luisa Cuevas añade el término “Origen” a su vino emblema, Ferratus, con el fin de que el consumidor pueda captar “las raíces” de este vino y diferenciarlo de los demás de su bodega boutique de la Ribera del Duero.
La nueva denominación se consolida con la salida al mercado del Ferratus Origen 2017, un vino cosmopolita, frutado, fresco y ágil de beber. Lo que más llama la atención en Ferratus Origen 2017 es la potente presencia de fruta negra (grosella negra, arándanos y mora) que, unida a un tanino puro terciopelo y a su frescura, lo convierte en un vino “fascinante”.
Aunque la cosecha 2017 estuvo marcada en la Ribera del Duero por la ya histórica helada del 27 al 28 de abril (-6ºC), que supuso una importante merma productiva, eso no impidió la elaboración de vinos de una extraordinaria calidad, del cual este Ferratus Origen es claro exponente.
El Ferratus Origen 2017 se vendimió como siempre a mano, en cajas de 14 kilos y con doble selección en mesa. Está elaborado 100% con la variedad Tempranillo de cepas de 60 a 70 años, ubicadas a 860 metros de altitud. Su crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés y sus actuales tres años de botella permiten considerarle un reserva de corte muy moderno, frutal y lleno de viveza, con estructura y fuerza, a pesar de salir etiquetado como es habitual como cosecha.