La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para la creación del euro digital, iniciativa que cuenta con el apoyo del sector minorita y mayorista europeo, aunque también ha mostrado una serie de “preocupaciones” ante su implantación.
En concreto, la directora general de EuroCommerce, Christel Delberghe, ha asegurado que, “en principio, los minoristas y mayoristas aceptarían el euro digital como un método de pago adicional, pero debe diseñarse e implementarse de manera que garantice que suficientes consumidores lo adopten y que el costo de adopción para nuestro sector sea aceptable”.
La organización destaca que los minoristas y mayoristas están muy comprometidos con la fase de investigación del euro digital. Están ansiosos por agregar métodos de pago europeos, lo que generará más competencia y precios asequibles en comparación con los métodos de pago basados en tarjetas no europeos relativamente dominantes actuales. Junto con los pagos instantáneos, esperan que el euro digital no solo permita una mayor competencia, sino que también ofrezca estructuras de tarifas más simples, como tarifas por transacción, en lugar de aplicar un porcentaje del valor, ha señalado en un comunicado.
Asimismo, EuroCommerce afirma que estas empresas se comprometen a desempeñar su papel para hacer del euro digital una oferta atractiva para los clientes, pero la clave del éxito será si los niveles de adopción de los consumidores justifican las inversiones del sector (tiempo, recursos, procesos, infraestructura) en el proyecto. Si bien la premisa básica del euro digital es proporcionar efectivo en forma digital, ven el potencial para casos de uso innovadores.
“Un beneficio clave tanto para los consumidores como para el sector minorista y mayorista es el caso de uso fuera de línea. Esto significa que, en momentos de cortes de Internet o de energía, todavía se puede realizar un número adecuado de transacciones con el euro digital. Haría que el euro digital fuera importante para respaldar la resiliencia y retroceder, como lo es hoy en día el efectivo. Con los servicios de bienes esenciales que los minoristas y mayoristas ofrecen en la vida cotidiana, esta capacidad fuera de línea sería una fortaleza clave”, destaca la organización.
En concreto, EuroCommerce ha señalado las siguientes preocupaciones clave de los minoristas:
-Tarifas: el coste total de aceptación debe ser lo más cercano posible a cero y sobre la base de una tarifa por transacción, no como un porcentaje del valor.
-Aceptación obligatoria: debería haber más exenciones de la aceptación obligatoria, en particular para la aceptación de efectivo. La propuesta actual vincula demasiado la aceptación de efectivo con la aceptación del euro digital, lo que no funcionará en muchos casos de uso minorista, como cajas de autopago no tripuladas, estaciones de servicio, máquinas expendedoras y comercio electrónico.
-Tarifas sin tope: con la aceptación del euro digital siendo obligatoria pero ‘gratuita para los consumidores para uso básico’ nuestro sector necesita fuertes salvaguardias contra la imposición de tarifas demasiado altas cobradas por los bancos y los servicios de pago.
-Nuevas infraestructuras y procesos: si bien los sistemas y procesos existentes deben reutilizarse tanto como sea posible para evitar actualizaciones, actualizaciones y reentrenamientos prolongados y costosos, el euro digital no debe buscar replicar el panorama existente, ya que esto podría limitar la innovación.