Reino Unido ha mantenido estables sus importaciones de vino procedente de España en el primer cuatrimestre de 2019. De hecho, España gana cuota y se sitúa ya como tercer proveedor, superando a Australia, cuyas ventas se desplomaron, al igual que ocurre con otros proveedores del Nuevo Mundo (salvo los sudamericanos) en un periodo de incertidumbre comercial por la inminente entrada en vigor del Brexit.
Reino Unido gastó un 1% más pese a importar un 16,5% menos de vino. El precio medio, en libras, se disparó por encima del 20%. Sólo aumentó el volumen importado de vino en bag-in-box, si bien sólo el granel cayó en valor.
En concreto, el país británico importó algo más de 37 millones de litros de vino español por un valor de 72 millones de libras. Asimismo, redujo un 60% el volumen de vino importado desde Australia y EE.UU., con fuerte caída para Sudáfrica y Nueva Zelanda.