El consumo de productos saludables en España varía en función de la Comunidad Autónoma en la que se resida, tal y como revela el Informe Alimentación Saludable 2018 realizado por EAE Business School, que señala que, por ejemplo, los andaluces presentan una capacidad de compra inferior al 12% de la media española, pero su consumo de bebidas refrescantes y gaseosas está por encima del 24,3% de la media. Los aragoneses, en cambio, apuestan por una dieta más saludable con un consumo de hortalizas frescas un 30,3% por encima de la media nacional.
Asturias, por su parte, también tiene una lista de la compra con alimentos saludables, todos ellos por encima de la media nacional, especialmente la leche cuyo consumo es casi el 30% mayor que en el resto del país. Y es que la industria alimentaria de la leche y sus derivados representa casi el 60% del total de la industria asturiana. Asimismo, los asturianos presentan consumos de alimentos no saludables muy por debajo de la media española: un 9% menos en el caso de las bebidas refrescantes y gaseosas y un 19% menos para los platos preparados.
En Cantabria está muy desarrollado el sector de la pesca, con prácticamente 60 empresas conserveras de anchoas y seis empresas de acuicultura marina con importantes producciones de dorada, rodaballo, lubina y ostión. En este sentido, el gasto del consumo en pesca es del 30%, muy superior a la media nacional. Asimismo, la dieta saludable de los cántabros también pasa por un bajo consumo de refrescos, que está en un 28% por debajo de la media nacional.
En Castilla la Mancha, el gasto per cápita en alimentación es un 12% más bajo que la media nacional. El consumo de refrescos es muy elevado, por encima del 32% a la media, que muestra una dieta menos saludable. En cambio, Castilla y León apuesta por una dieta saludable y tradicional. El consumo de refresco está en menos del 21% de la media y los platos preparados en menos del 20%.
En Cataluña, se consumen hortalizas y frutas frescas, 18% y 7%, respectivamente, por encima del consumo nacional. Sin embargo, es destacable el elevado consumo de comida preparada, un 34% por encima de la media nacional, característico de las zonas urbanas.
Extremadura es la comunidad que menos gasta en alimentación, un 20% menos que la media. Para seguir una dieta saludable, los extremeños deberían aumentar el consumo de aceite (está un 21% por debajo de la media nacional), de pescado y de carne (en ambos casos están un 20% por debajo del consumo en España).
En Galicia, el gasto en alimentos está un 8% por encima de la media, y consumen sus recursos naturales, con especial énfasis al sector pesquero, que aporta el 2,1% de PIB gallego. Por su parte, en las Islas Baleares, las aguas embotelladas y bebidas embotelladas, debido a la sequía y la panadería y pastelería suponen el 42% de las ventas del sector. El consumo de bollería es el 20% superior a la media de España y los refrescos del 16%.
Esta tendencia es parecida a la de las Islas Canarias en el elevado consumo en refrescos (16% por encima de la media nacional), y el bajo consumo de pescado (27% por debajo de la media nacional), derivado probablemente del poco desarrollo que la subsector presenta en esta región.
En Madrid, la dieta es equilibrada pero también abusa de los platos preparados como en Cataluña, mientras que en Murcia, el consumo de refrescos fue superior a la media nacional en un 9%, y por otro lado el consumo de productos sanos fue bajo, como es el caso de del pescado, un 12% inferior a la media nacional. Sin embargo, en Navarra su gasto en comida es muy saludable siguiendo las bases de la dieta mediterránea, a pesar de la distancia. Tiene un elevado consumo en frutas y hortalizas frescas (un 21% y 22% superior a la media nacional respectivamente, así como un bajo consumo en refrescos (un 30% menor al total del país).
En el País Vasco, la dieta es muy saludable, aunque quizás las cantidades son excesivas. Desde el punto de vista de la salud, el gasto en refrescos en un 30% inferior a la media nacional, y el gasto en pesca y frutas frescas son respectivamente un 27% y un 18% superiores a dicha media.
En la Comunidad Valenciana el gasto alimentario por cápita está ligeramente por debajo, un 2% menos, de la media nacional. Este gasto se traduce en una dieta saludable, donde se podría hacer un mejor aprovechamiento de los recursos naturales si se aumentara el consumo de fruta fresca y pescado.