Las marcas de la Generación Z, también llamada centennial, acumulan un valor total del 34%. Además, la edad media de las marcas que la componen es de dieciséis años, y en los últimos doce meses han visto crecer su valor un 21%, casi triplicando al segundo grupo con más crecimiento: las marcas millennials.
Así lo revela el «BrandZ Top100 de las marcas más valiosas del mundo», publicado por Kantar, que lleva recopilando datos de los consumidores los últimos 20 años, lo que permite observar cómo las diferentes generaciones de marcas han evolucionado y fluctuado ante la aparición de nuevas tendencias, marcas y consumidores.
En concreto, tal y como destaca Naroa Marcos, Client Director Barcelona Office de la División Insights, “en los últimos 100 años podemos encontrar cinco generaciones de marcas que se corresponden con las sociedades que las vieron nacer: las marcas Tradicionales, fundadas antes de 1946; las Boomers, nacidas entre 1947 y 1964; las GenX, entre 1965 y 1976, las Millennials, entre 1978 y 1996 y las GenZ, fundadas a partir de 1997 y hasta el presente”.
Sobre ellas el informe revela que las dos generaciones con más valor de marca son las que se encuentran en lados opuestos cronológicamente. Así, las marcas tradicionales contabilizan un impresionante 25% del valor total, una cantidad que muestra el poder de influencia del que aun disponen pese a tener una edad media de un siglo. En el otro extremo tenemos a la Generación Z, cuyas marcas acumulan un valor total del 34%. Por el contrario, las tradicionales son el único grupo que ha visto como el valor de sus marcas decrecía en el último año.
Lo caracteriza a las marcas centennials y las hace tan atractivas para los consumidores es su “espíritu joven y aventurero”, lo que les permite ser marcas más creativas y disruptoras que buscan nuevas maneras de hacer las cosas o que son marcas que saben adaptarse, ya que son marcas que han nacido en un clima marcado por el cambio y la inestabilidad, donde es básico tener una mente abierta y flexible para poder adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores y mantenerse a flote.
Asimismo, se caracterizan por ser nativas digitales, de tal forma que la tecnología está integrada en el ADN de estas marcas y no conciben una vida alejada del mundo digital. Otro cambio generacional destacable de los últimos años es la importancia que se le da a las experiencias. Cuidar la experiencia de cliente en cada uno de los touchpoints es hoy en día uno de los pilares básicos de una marca para diferenciarse y, por tanto, crecer en valor.
Por último, destaca en ellas su confianza ante todo, ya que “una experiencia de cliente memorable puede irse al traste si la confianza que el cliente deposita en la marca se ve traicionada”, destaca Naroa Marcos, que añade que “en una época en la que la protección de datos está a la orden del día y cada vez más se compra por internet, sin contacto humano alguno, que el cliente se sienta seguro en sus interacciones con las marcas es imprescindible”.
“A veces las marcas más longevas se dejan llevar por sus tradiciones y la herencia de marca que han conseguido con los años. Aunque es importante no olvidar quién eres y de dónde vienes, también lo es adaptarse a los nuevos tiempos y ver qué hacen aquellas marcas más jóvenes si quieres asegurarte un puesto en el mercado que dure por muchos años más”, concluye Marcos.