Tras pasar el periodo más crítico de la pandemia del Covid-19, que frenó la tendencia al alza que el valor del mercado ibérico de transporte de mercancías por carretera había mantenido en años anteriores, el sector ha vuelto a repuntar a lo largo de 2021. Aunque los datos aún no son definitivos, se estima un crecimiento aproximado del 7% respecto a 2020.
La facturación del sector disminuyó en 2020 un 5,1%, situándose en 17.550 millones de euros, según el Observatorio Sectorial DBK. El mercado español mostró un comportamiento algo más desfavorable, registrándose una tasa de variación negativa del 5,2%, frente a la caída del 4,6% en Portugal. Esto tuvo su origen en la reducción de los desplazamientos internacionales y del comercio exterior provocada por el coronavirus.
Sin embargo, en 2021 se estima un crecimiento de alrededor del 7% con respecto a 2020; es decir, un volumen de negocio global de 18.800 millones de euros, superándose ligeramente la cifra contabilizada en el año 2019. A pesar del repunte de la demanda, a corto plazo se espera una fuerte presión sobre los márgenes de rentabilidad, derivada de la tendencia al alza de los costes, principalmente de los carburantes y de la mano de obra.
La oferta sectorial se caracteriza por la elevada atomización, existiendo un gran número de empresas de pequeño tamaño. Se observa, además, una alta participación de trabajadores autónomos, que por lo general explotan un único vehículo. En 2020 operaban en el conjunto del mercado ibérico 112.142 empresas transportistas, un 1,2% más que las existentes en el ejercicio precedente. De ellas, 104.424 eran operadores domiciliados en España, mientras que en Portugal existían 7.718 empresas.
El parque de vehículos de transporte público de mercancías se cifró en 275.864 unidades, de los que 257.462 pertenecían a empresas españolas y los 18.402 restantes eran propiedad de compañías portuguesas. Resulta, por tanto, una media en el conjunto del mercado ibérico de 2,3 vehículos por empresa, cifra que refleja el pequeño tamaño medio de las flotas y la atomización de la oferta.
A este respecto, la cuota de mercado conjunta de los cinco primeros grupos del mercado ibérico se situó en 2020 en torno al 13%, en tanto que los 10 primeros reunieron tan solo el 19%.