a compraAunque en 2021 ha caído el peso de los alimentos y bebidas en la cesta de la compra de los españoles (tras el intenso aumento en 2020 durante la pandemia), siguen pesando más que en la cesta de la compra de los europeos (23,3%, frente a un 19,6%, un 3,7% más). Además, su peso supera el que tuvo antes de la pandemia (23,3% en 2021, frente a 19,7% en 2019).
Así lo recoge el “Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo” de Cajamar, un estudio, elaborado por el Ivie, que revela que el gasto per cápita en alimentos y bebidas en España alcanzó los 2.300 euros en 2020 (último año disponible), un 8,4% por debajo del de la UE (2.510 euros). Tanto en España como en la UE-27 ese gasto aumentó, un 7% y un 4,6%, respectivamente.
El trabajo destaca que el sector agroalimentario español, incluyendo la distribución, ha aportado una cifra total de 99.792 millones de euros en 2021 a la economía española, lo que supone el 9,2% del valor añadido bruto, un 0,5% más que en 2020. Aunque el peso del sector en la economía ha caído cuatro décimas en 2021, supera en cuatro décimas al que tenía antes de la pandemia en 2019 (8,8%).
Mientras que en 2021 el sector ha crecido por debajo del total de la economía (0,5% vs 5,1%), en 2020 resistió el impacto de la crisis de la pandemia (-3,1% vs -10,8%), lo que se debió al carácter estratégico del sector primario que vio aumentar su valor añadido un 4,3%. En 2021, en cambio, el sector de la agricultura, ganadería y pesca ha visto reducir su valor añadido un -5,6% (según Eurostat que es la fuente utilizada en la comparativa europea y que difiere del -3,7% del INE), que contrasta con el aumento del 4% de la industria de la transformación y del 3,8% de la distribución de productos agroalimentarios.
Pese a este menor crecimiento en 2021, España se mantiene como la cuarta economía del sector agroalimentario de la UE-27, ya que representa el 12 % del PIB comunitario del sector, según ha explicado este jueves Joaquín Maudos, director adjunto del Ivie y autor del informe, junto con la economista del Ivie, Jimena Salamanca.
España es el principal productor europeo de ganado porcino, vegetales frescos, frutas frescas, aceite de oliva y cítricos, con una cuota de mercado del 24,7%, 20,9%, 21%, 51,7% y 55,9%, respectivamente. Además, España es también la sexta economía que más empleo aporta al sector agroalimentario europeo, con un 10,4% del total.
Sin embargo, aunque la recuperación de la economía tras el año de pandemia comienza a notarse, no ha podido impedir que en 2021 el empleo total del sector en España cayera un -0,4%. El sector primario ha aumentado el número de trabajadores un 1,9% (lo que contrasta con la caída en su VAB), mientras que en la industria y en la distribución ha caído un -2,3% y un -1,1%, respectivamente. En total, 8.300 empleos menos, que dejan la cifra de trabajadores del sector en 2.999.142 personas, lo que supone el 11,5% de ocupados del total de la economía española.
Inflación en el sector agroalimentario
Según el informe, ya a finales de 2021, el efecto conjunto de la dificultad en el transporte por la escasez de contenedores, la creciente demanda de cereales, el incremento de precios de los aceites vegetales y de la energía, sumados a las bajas laborales a causa de la Covid-19 y al aumento del IVA de las bebidas azucaradas en España, derivó en un proceso inflacionario de los alimentos y bebidas alcohólicas que situó su tasa de crecimiento en el 4,9% en España y en el 4,3% en la UE-27.
En cualquier caso, los productores no trasladaron al consumidor la totalidad del incremento de precios registrado en la producción de los alimentos y bebidas, ya que el coste de producción aumentó en 2021 un 8,2% en España y un 7,1% en la UE-27, muy por encima del 1 % y el -0,2%, respectivamente, de la inflación registrada a finales de 2020 en los precios de producción.
En la presentación, Maudos ha destacado que la productividad del sector agroalimentario (valor añadido por ocupado) se sitúa un 29,1% por encima de la de la UE-27, y que es mucho más competitivo que el europeo porque sus costes laborales por unidad de producto (CLU) son un 29% más reducidos. En comparación con la media de Europa, destaca sobre todo la elevada competitividad del sector primario (sus CLU son un 70% más reducidos). También es más competitiva la industria de la transformación (con un CLU un 11 % inferior a la UE-27). En cambio, el sector de la distribución de alimentos y bebidas en España es un 3% menos competitivo que la media europea.
Nuevo máximo en las exportaciones
En cuanto a las exportaciones, en 2021 se mantuvo la tendencia creciente, con un nuevo máximo histórico que alcanzó los 61.646 millones de euros, es decir, un 11,6% más que el año anterior. España es la cuarta economía exportadora del sector agroalimentario de la UE-27 y aporta 10,5 % del total. También es la UE el principal destino de sus exportaciones. Concretamente, Francia, Alemania, Italia y Portugal concentan el 45,9% de las ventas al exterior de productos agroalimentarios españoles.
Nuestro país encadena dos décadas ininterrumpidas de superávit comercial del sector agroalimentario, que en 2021 creció un 2,2%, hasta situarse en 18.831 millones de euros, el segundo superávit más alto de la UE-27, por detrás solo de Países Bajos.
En 2021, la fruta y frutos comestibles son los principales productos agroalimentarios que ha exportado España y concentran el 17,1% del total de las exportaciones, mientras que el pescado, crustáceos y moluscos son el principal producto que importa (15,5% del total de importaciones agroalimentarias).
Por lo que respecta a la inversión empresarial en I+D del sector agroalimentario, el Observatorio la cifra en 373 millones de euros en 2020 (último dato disponible), lo que representa un crecimiento del 2,1% respecto al ejercicio anterior y encadena ya cinco años de incremento. Este ligero incremento en el último año no permite reducir la brecha con la UE-27 en esfuerzo inversor en I+D que se mantiene desde hace más de una década, ya que mientras en España la inversión en innovación en el sector supone el 0,63 % del PIB del sector, en la UE se sitúa en el 0,75%. Entre los países de la UE-27, el esfuerzo inversor español solo es superior al de Italia.
Retos del sector
Por último, el estudio presentado recuerda los dos retos que tiene el sector agroalimentario español: aumentar el grado de digitalización y mejorar la sostenibilidad. Además, señala como amenazas que afectan a la competitividad del sector: el reducido nivel de capitalizacion de las empresas, su déficit en inversión en I+D+i, el retraso en la incorporación de las tecnologías digitales y su exposición a los riesgos del cambio climático.
Para responder a estos retos, los autores destacan la importancia de las inversiones que se van a financiar a través del PERTE (Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) del sector, con un montante inicial de 1.051 millones de euros, que se acaba de ampliar a 1.800 millones. “Es una oportunidad única que el sector debe aprovechar para mejorar su competitividad y seguir siendo uno de los principales pilares de la economía española”, han destacado.