La crisis sanitaria originada por el Covid-19 está teniendo un impacto sobresaliente en el consumo en España. Así, si bien el fin de semana anterior a la declaración del estado de alarma, se produjo un aumento cercano al 20% interanual, en línea con el incremento de la afluencia de consumidores para acumular provisiones, desde el 20 de marzo, la caída del gasto semanal con tarjeta se estabiliza en torno al 60% respecto al observado en la misma semana de 2019.
Así lo recoge el informe “España: efectos de la COVID-19 en el consumo a través de las operaciones con tarjeta bancaria”, realizado por BBVA Research, que señala también que en los días previos a la Semana Santa se produjo un rebote en las ventas, aunque, aun así, se quedó en un 51% por debajo de la misma semana del año anterior.
Respecto a las compras por Internet, muestran una caída del 44% respecto a la misma semana del año anterior, menor que las compras presenciales.
En cuanto a las compras de residentes en el extranjero, el descenso ha sido del 97%, lo que es compatible con la paralización de la actividad en el sector turístico y de los desplazamientos transfronterizos.
Por Comunidades Autónomas, la caída de las compras se sitúa en torno al 70% en Madrid, Baleares y Canarias, regiones especialmente afectadas por el cierre turístico. Por el contrario, en Asturias y Castilla-La Mancha los descensos se encuentran más próximos al 50% interanual.
Por sectores, los datos muestran un repunte del gasto con tarjeta en establecimientos de alimentación, que se duplicó justo antes de la aprobación del estado de alarma y continúa aumentando alrededor del 60% interanual. Ello se explica por las medidas de confinamiento, que imposibilitan el consumo de comidas y bebidas fuera del hogar. Asimismo, entre los días 6 y 8 de abril, previos a los festivos de Semana Santa, se registraron incrementos significativos del gasto en torno al 95% interanual, para retornar a la evolución previa durante los festivos.
Por otro lado, el fin de semana anterior a la aprobación del confinamiento se incrementó el gasto en salud (fundamentalmente, farmacéutico) y el realizado en grandes superficies cerca del 30%. Una vez en marcha las restricciones al movimiento, el descenso del gasto farmacéutico se estabiliza en torno al 50% interanual y en grandes superficies, alrededor del 30% interanual. El gasto en los restantes sectores (bienes y servicios no esenciales o de primera necesidad como hostelería, ocio y entretenimiento, viajes, vestido y calzado, etc.) se ha reducido en más de un 90%.
Por último, el gasto online representa ya en torno al 20% del total de transacciones con tarjeta, dos puntos más que hace un año. En la cesta de consumo por Internet, se multiplica por 1,5 el gasto en grandes superficies y en alimentación, se duplica el gasto en salud y aumentan en un 50% las compras en bares y restaurantes (entregas a domicilio). Por el contrario, el gasto en agencias de viajes y en transporte ha disminuido prácticamente a cero.