Una reciente encuesta realizada por Oxfam Intermón revela que más de un 50% de la población en España está insatisfecha por su situación económica y ha tenido que recortar sus gastos en recursos básicos como la alimentación.
Estos datos, extraídos de la I Encuesta de Desigualdades Múltiples en España que se presenta este miércoles, señala la preocupación extendida sobre las brechas sociales en el país. Un aspecto positivo destacado por la encuesta es que el 63,7% de la población cree que estas desigualdades se pueden erradicar.
«Estos resultados reflejan una conciencia generalizada sobre las desigualdades sociales en España y la esperanza de que se puedan abordar con compromiso. La desigualdad va más allá de las estadísticas y habla de los miedos y angustias de miles de hogares que no llegan a fin de mes, y de la lucha diaria de millones de personas por la salud, las oportunidades y la dignidad”, señala Franc Cortada, director de Oxfam Intermón.
En términos de bienestar económico y laboral, más de la mitad de la población no está satisfecha con su situación económica (54,4%), y el 42% no está contenta con su vida laboral. En ambos casos, las cifras son notablemente peores entre las mujeres (con más de 10 puntos de diferencia respecto a los hombres). Además, una de cada cuatro personas (el 27%) asegura que su nivel de ingresos no le permite tener una vida digna.
Renuncias y recortes
La encuesta también destaca las dificultades económicas que enfrentan muchas personas en España, desde gastos excesivos en vivienda hasta renuncias en salud.
Asimismo, el año pasado, más de la mitad de la población tuvo que hacer recortes significativos en la cesta de la compra, ropa y calzado, y ocio. Un 40% asegura que ha tenido que comprar menos carne o pescado, y que no puede irse de vacaciones ni siquiera una semana al año. Las mujeres y las personas racializadas presentan, de media, mayores tasas de renuncia y entre las personas con bajo nivel socioeconómico los recortes se disparan hasta 10 puntos por encima de la media de la población en este sentido.
“Las cifras muestran que la desigualdad no es sólo del rico frente al pobre es también por ser migrantes, por ser mujeres. Unas condiciones que determinan de forma directa aspectos tan esenciales de nuestra vida como el acceso a vivienda, a salud, poder afrontar un gasto imprevisto o tener un empleo de calidad”, afirma Cortada.