Los efectos de la pandemia provocada por el Covid-19 y las medidas implementadas por las autoridades para contener los contagios son evidentes en el empleo siendo los sectores relacionados con el turismo, la hostelería, el ocio y el comercio, que concentran un 19,6% del total del empleo en España, los que se han visto particularmente afectados por las medidas adoptadas para limitar la incidencia de la pandemia, según un estudio realizado por el Banco de España.
En concreto, el trabajo, titulado “Transferibilidad de habilidades de los trabajadores en los sectores potencialmente afectados tras el Covid-19”, recuerda que, de acuerdo con la información del número de afiliados a la Seguridad Social (sin incluir el régimen especial agrario ni el doméstico) del mes de abril, casi todos los sectores, con la excepción de la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca, y las actividades sanitarias y los servicios de atención social, han perdido trabajadores entre el 28 de febrero y el 30 de abril. Sin embargo, la intensidad ha sido diferente según los sectores.
Asimismo, destaca que la mitad de los ocupados afectados por la crisis del coronavirus trabajan en hostelería o comercio: 2,5 millones de personas en ERTE desde mediados de marzo. El Banco de España dice de estos sectores que tienen “potencial de destrucción” de empleos por su vulnerabilidad a esta crisis.
A este respecto, señala que en estos momentos persiste “una gran incertidumbre” sobre cómo cambiará la demanda tras la finalización de las medidas de confinamiento y, en general, cuando se disponga de un tratamiento eficaz contra la enfermedad. “En este contexto, parece plausible asumir que las actividades relacionadas con el turismo seguirán presentando una demanda débil durante algún tiempo, como es el caso del transporte de pasajeros, la hostelería, la restauración y el ocio. Asimismo, el reciente incremento del porcentaje del comercio por Internet ha acelerado el cambio de las pautas de consumo hacia un menor uso del comercio tradicional, lo que también podría impactar negativamente en el empleo del comercio minorista y del mayorista”, explica.
“Es esperable que en el período inmediato tras el confinamiento, y al menos hasta que exista un tratamiento eficaz contra el Covid-19, las actividades relacionadas con el turismo, la restauración y el ocio de masas se enfrenten a una demanda débil por el necesario distanciamiento social, incluso aunque pudieran desarrollarse siguiendo unas estrictas normas de seguridad de salud pública”, añade.
“Por ello, no es descartable que el comercio en establecimientos físicos, minorista y mayorista, sufra una notable debilidad, tanto por la menor afluencia de clientes ante el riesgo de contagio como por el auge del comercio por Internet. Si se añaden todas las ramas de comercio al por mayor y al por menor a las ramas afectadas por una reducción de la demanda mencionadas anteriormente, el número de potenciales trabajadores afectados se acercaría a 3,75 millones (el 19,6% del empleo en España)”, concluye.