A nivel nacional, la media de consumo de pescados frescos en los hogares españoles registra un nuevo hito en su tendencia descendente. En concreto, si bien el pasado año los hábitos de consumo arrojaban una cifra de dos veces a la semana, este 2021 la cifra se ha reducido a 1,7 raciones, según un sondeo realizado este mismo mes de enero por la consultora GfK para el sello de origen Crianza de Nuestros Mares.
Según este trabajo, los españoles conocen las ventajas nutricionales de la incorporación de pescados a su alimentación. De hecho, siete de cada diez españoles, el 73,5%, afirma que le gustaría superar la barrera de las dos raciones de pescados frescos a nivel doméstico semanales, cosa que no hacen, en un 65,4% de los casos, por razones económicas. En las franjas más desfavorecidas de la población, este porcentaje se eleva hasta el 76,8%.
El perfil del consumidor más intenso de pescado fresco en casa, que llega a las dos raciones semanales, sería un hogar residente de las zonas norte, con un nivel socio económico alto/medio-alto y medio y con hijos. Por el contrario, los segmentos de población más alejados los forman los domicilios de personas con un nivel socioeconómico bajo/medio-bajo, sin hijos, de la zona noreste y con entre 50 a 65 años.
Las autoridades sanitarias, a través de la AESAN, recomiendan que la presencia de pescados y mariscos en cualquiera de sus formatos (frescos, congelados o conservas, marinos o fluviales) alcance una cantidad entre tres y cuatro raciones por semana. Sin embargo, en lo que respecta al consumo de pescados frescos, los resultados estadísticos que se devengan de la extrapolación estadística del universo configurado por el sondeo de GfK, “arrojan un notable descenso con respecto a las cantidades recomendadas por las autoridades encargadas de velar por la salud pública”, lamenta el sello de origen Crianza de Nuestros Mares.