Con la llegada de la nueva normalidad tras la vacunación, existirá una mayor preocupación por el precio de los productos. Poco a poco se recupera el consumo fuera de casa y otras posibilidades de gasto, por lo que el consumidor necesita priorizar en qué gasta su dinero. Por lo tanto, el precio se convierte, en este contexto, en una herramienta útil para fidelizar y atraer al consumidor.
De este modo, los consumidores se muestran cada vez más sensibles al precio, por lo que entender cómo se comporta cada producto ante una variación en su coste es vital para establecer una estrategia óptima con la que anticiparse a la competencia y evaluar el impacto de las decisiones de venta, según el webinar “Entendiendo cómo afecta el precio a mis ventas” organizado por IRI.
Por otro lado, debido a la pandemia, han surgido nuevos modelos de negocio impulsados por la digitalización. Estos nuevos jugadores trabajan con márgenes más holgados y tiempos de entrega ajustados. Competir con ellos supone un coste elevado para aquellos con modelos de negocio más clásicos, pudiendo afectar directamente al precio del producto.
No obstante, quien decida adaptarse a este nuevo paradigma mediante una estrategia de precios, debe basarse en datos actuales del mercado analizados en su conjunto. Es necesario fijarse en cuánto pesa el precio en la decisión de compra en cada categoría frente a otros valores como el formato, la marca o el envase. Además, es vital tener en cuenta factores como el precio o promociones de los competidores, inversión en medios u otras concreciones como la temporalidad, para establecer una estrategia de precios que ayude al mejor posicionamiento posible.