La multinacional Unilever ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto atribuido de 3.284 millones de euros, lo que supone un 9,3% más con respecto al mismo periodo del año anterior.
“El rendimiento durante la primera mitad ha demostrado la verdadera fortaleza de Unilever. Hemos demostrado la capacidad de recuperación del negocio (en nuestra cartera, en un continuo avance en la excelencia operativa y en nuestra posición financiera) y hemos desbloqueado nuevos niveles de agilidad para responder a fluctuaciones de demanda sin precedentes”, asegura Alan Jope, CEO de la compañía.
Sin embargo, el fabricante asegura, en un comunicado, que su cifra de negocio ha caído un 1,6% entre enero y junio de 2019, hasta los 25.714 millones de euros. Este retroceso se produce especialmente en la división de alimentación y bebidas, que ha registrado una caída del 2,2%, hasta los 9.776 millones de euros.
La división de hogar de la compañía ha facturado los 5.328 millones de euros, es decir, un 1,5% menos, mientras que el negocio de belleza, con 10.610 millones de euros, ha caído un 1%.
“Nuestro enfoque para el resto de 2020 continuará siendo el crecimiento competitivo liderado por el volumen, las ganancias absolutas y la entrega de efectivo, ya que esta es la mejor manera de maximizar el valor para los accionistas”, comenta Jope.