El impulso que el consumo en el hogar está experimentando de manera general desde hace más de un año ha provocado también un incremento de las compras de pan y bollería en la gran distribución que ha supuesto, a su vez, que Lidl haya afianzado su segunda posición en esta subcategoría de productos.
Y es que Lidl viene apostando desde hace años por un sector clave en el mercado español. El sector de la panadería tiene un peso muy importante en la industria alimentaria de España, con un importante peso en la economía nacional. Está configurado por un total de 179.301 empresas, de las cuales 15.080 (8,41%) se dedican a la fabricación, y 164.221 (91,59%) a la comercialización. Es el subsector de la industria alimentaria española que más recursos humanos emplea, un 27,79% del total.
En el total del mercado a lo largo de los años, las cifras se mantienen estables, y siguen siendo muy importantes. En el acumulado entre enero y noviembre de 2020 el consumo en los hogares alcanzó más de un millon de toneladas, superando los tres mil millones de euros en consumo, según los datos de ASEMAC. Los productos de panadería representan el 6,5% de la cesta de la compra alimentaria, y es que en los hogares españoles según una encuesta de Innograin, el 40% de la población se compra una barra de pan al día, como media. Un 17% de los hogares compra 2 barras al día y un 16% 3-4 barras a la semana (media barra diaria).
Lidl apuesta por un surtido completo
El surtido de pan que ofrece Lidl, explica la compañía, “cubre ampliamente las necesidades crecientes del mercado en cuanto a diversidad, habiendo crecido en los últimos años un 16% alcanzando 58 referencias disponibles en la mayoría de sus tiendas”. La compañía cuenta ahora con el 5,9% de cuota y queda cerca de duplicar la de su inmediato seguidor que supera el 3% en dos décimas.
En la oferta de Lidl se encuentran disponibles los principales productos en cuanto a preferencia del mercado español. El pan que más se compra a diario en España es la tradicional barra o pistola, que acapara el 75 % de las ventas, seguida por la baguette (10 %), chapata (7 %) y los panes de pueblo (4 %), según datos de la interprofesional del pan (Incerhpan).
Además, respondiendo a las tendencias del mercado, donde se observa la proliferación de la elaboración de nuevas variedades como pan elaborado con masa madre, con harina de otros cereales diferentes al trigo (centeno, maíz, avena o espelta), con semillas diversas, o con harinas de nuevos cereales, la cadena de supermercados también tiene en su catálogo numerosas opciones entre las que destaca el pan rústico, pan con frutos secos o el panecillo con nueces.
Cabe destacar también el desarrollo de su surtido a nivel regional en las tiendas de Lidl es posible encontrar variedades locales y regionales como la barra de picos y la hogaza candeal en Madrid; el pan de coca en Barcelona y Baleares; la empanadilla de pisto y el pastel de boniato en Valencia; la Viena Andaluza integral en Sevilla y Málaga o el panecillo matalahúva en Canarias, entre otros.
La línea de productos de panadería y bollería de la cadena alemana sigue el principio de la marca de ofrecer productos de alta calidad a precio muy competitivo. Así lo demuestra, por una parte los precios de sus panes (como ejemplo la barra de pan 50% integral (0,42 euros), hogaza 100% integral (1,49 euros), panecillo de centeno (0,19 euros) o el panecillo rústico (0,19), entre otras; y por otra su análisis organoléptico.
“Haciendo un análisis de su aspecto, olfato, oído, tacto y gusto, los panes de Lidl destacan por su calidad entre la oferta del mercado”, subraya Francesc Altarriba, Gastrónomo y Consultor experto en pan, y empresario especializado en el sector, que recientemente ha podido analizar algunas de las referencias que Lidl tiene disponibles. Además, un aspecto importante para los especialistas del pan es la madurez del producto con el paso del tiempo. “La mayoría de las piezas analizadas envejecen bien lo que garantiza que el cliente puede gozar organolépticamente de un buen pan un mínimo de dos/tres días a temperatura ambiente”. comenta Altarriba.