Tal y como destaca Ariadna Casasus, profesora colaboradora de los Estudios de Economía y de la Empresa de la UOC, “la liberalización del calendario de rebajas por parte del gobierno español” influyó mucho en la consolidación del Black Friday. De hecho, “esta iniciativa supuso el principio del fin de nuestras rebajas, las que se celebran todos los años después de los Reyes y en verano”.
Y aunque esta normativa perjudicó a los pequeños comerciantes, supuso toda una oportunidad para las grandes empresas del ecommerce cansadas de respetar el calendario nacional para aumentar sus beneficios, ofreciendo ofertas constantemente e incentivando el consumismo, destaca esta experta.
No obstante, la aparición del Black Friday o el Cyber Monday también se debe a un cambio en los patrones de consumo. “Hace más de una década, el consumidor esperaba con ganas los periodos de descuentos para comprar aquellas prendas que, durante la temporada, no había comprado por su precio o porque el hecho de ir de rebajas suponía casi un acto social y de satisfacción personal en el que aprovechar las gangas”, asegura.
La antesala de la campaña navideña
El éxito internacional del Black Friday y su enorme aceptación, pese a ser una tradición estadounidense, se debe en gran medida por la época en la que se da. “Al celebrarse a finales de noviembre marca el inicio de las compras navideñas en todo el mundo”, explica Casasus, uno de los momentos más importantes para cualquier negocio.
De hecho, son muchos los consumidores que aprovechan este día para empezar con su lista de compras navideñas. Según el último estudio de consumo realizado por Deloitte esta campaña de descuento de noviembre concentrará un 15% de las compras previstas para Navidad. El ahorro acumulado en las carteras de las familias eleva aún más la ilusión ante la posibilidad de comprar a precios competitivos.
Otro punto importante del crecimiento de esta festividad en España tal y como recuerda Casasus, es la digitalización de las empresas que, “han invertido mucho durante la pandemia del Covid-19, momento en que la venta digital era la única opción para llegar al consumidor”.
Cada vez más sectores se suman al Black Friday
Y pese a que los productos tecnológicos continuaban siendo los más vendidos en el Black Friday, cada vez más sectores se abren a él. Según los números aportados por Casasus, en la actualidad, la tecnología copa un 40% de las ventas, seguido por moda y complementos que representaron el año pasado el 34% de las ventas. Pese a eso, el ocio y los viajes no se quedan atrás y el año pasado ya significaba “cerca del 10% de las ventas”, recuerda la experta.
Y detrás de un aumento de la demanda hay una campaña de marketing. “Con la pandemia, estos actores se vieron muy perjudicados, necesitaban medidas para incentivar su consumo. Y la euforia del Black Friday es una oportunidad muy buena de aprovechar”, explica.
Además, tradicionalmente para estos negocios, noviembre y diciembre son meses flojos. “El consumidor está más focalizado en la Navidad, se compran productos tangibles como la electrónica, los juguetes o las joyas”, incide Casasus. Por ello, la adopción del Black Friday ha supuesto atacar estos meses de baja demanda y recuperar el dinero perdido en los momentos del Covid-19. Y parece ser que invertir en turismo durante estas fechas ya tiene seguidores.
Y aunque la euforia colectiva del Black Friday supone un buen aliciente para obtener ventas, como remarca Casacus, no siempre es un acierto: “también puede ser un momento arriesgado si no se planifica y se ejecuta de forma estratégica”.
¿La inflación afectará al Black Friday?
No obstante, con el panorama de inflación, el sector del gran consumo contiene la respiración ante el panorama inflacionario que vigente. Pero, ¿esto afectará al Black Friday? Para Casasus no tiene por qué. “Ahora más que nunca se planificaran las compras con antelación para aprovechar el momento de promoción de Black Friday para poder beneficiarse de compras a mejor precio”, considera la experta.
Según Casasus, el cada vez más es más exigente, por eso es importante que las empresas “hagan ofertas y promociones interesantes, que les aporten valor, que marquen la diferencia”, concluye.