El último informe sobre residuos de plaguicidas en los alimentos en la Unión Europea, que ofrece una instantánea de los niveles de residuos que se encuentran en una canasta de productos de gran consumo en el territorio, ha confirmado que el 98% se encontraba dentro de los límites legales.
En concreto, el programa de control coordinado por la UE (EUCP) analizó muestras recolectadas aleatoriamente de 12 productos alimenticios: manzanas, repollos, lechuga, melocotones, espinacas, fresas, tomates, avena en grano, cebada en grano, vino (tinto y blanco), leche de vaca y grasa de cerdo.
De esas muestras analizadas se encontró que 6.674 o 53% estaban libres de niveles cuantificables de residuos; 5.664 o el 45% contenía uno o más residuos en concentraciones inferiores o iguales a los niveles permitidos; y 241 o 2% contenían residuos que superaban el máximo legal de los cuales el 1% dio lugar a acciones legales.
El programa coordinado cubre canastas similares de productos en una rotación de tres años, lo que significa que se pueden identificar tendencias ascendentes o descendentes para bienes específicos. Entonces, en comparación con 2016, la tasa de superación se redujo para los melocotones (de 1,9% a 1,5%), lechugas (2,4% a 1,8%), manzanas (2,7% a 2,1%) y tomates (2,6% a 1,7%).
Las superaciones aumentaron para las fresas (1,8% a 3,3%), repollos (1,1% a 1,9%), uvas de vinificación (0,4% a 0,9%) y grasa porcina (0,1% a 0,3%). Al igual que en 2016, no se encontraron excedencias en la leche de vaca.
La EFSA llevó a cabo una evaluación del riesgo dietético como parte de su análisis de los resultados. Esto sugirió que es poco probable que los productos alimenticios analizados en 2019 planteen una preocupación para la salud del consumidor. Sin embargo, se proponen una serie de recomendaciones para aumentar la eficiencia de los sistemas de control europeos, y así seguir garantizando un alto nivel de protección del consumidor.