La espiral inflacionista cada vez tiene un mayor impacto a nivel mundial y más cuando las expectativas no son precisamente positivas. Así se evidencia en el último informe del Monitor Global sobre la Inflación de Ipsos, llevado a cabo entre el 21 de octubre y el 4 de noviembre en 36 países y que revela que, de media, siete de cada 10 personas a nivel global cree que los precios continuarán en una escalada alcista en los próximos doce meses, un dato similar al de España, donde un 66% así lo declaran.
La inflación trae consigo efectos secundarios que minan la capacidad de crecimiento de la economía de los países, como es el efecto negativo sobre la creación de empleo. En este contexto actual, de media, un 61% de la población a nivel global percibe que el desempleo crecerá en el próximo año, un resultado que aumenta cinco puntos con respecto a junio.
Se trata de una percepción que en España es mucho más acentuada, los datos indican que casi siete de cada 10 personas piensan que el desempleo crecerá (68%), lo que supone una significante subida de 15 puntos respecto a la última oleada realizada en junio. Esta percepción coloca a España entre los países más preocupados de Europa, solamente superado por Rumanía (74%), Polonia (71%) y Bélgica (69%), y al mismo nivel que Italia y Suecia.
Una de las consecuencias de este contexto inflacionista continuado en el tiempo, es la pérdida de poder adquisitivo y, por consiguiente, una merma en el estilo de vida. De hecho, solo un 16% de la ciudadanía española cree que su nivel de vida a lo largo de 2023 será mejor, el país más pesimista en este sentido, solo superado por Italia (14%).
De media, un tercio de la población global declara que su nivel de vida descenderá en los próximos meses, un porcentaje que en España sube hasta el 41%. Este dato nos sitúa nuevamente entre los países más pesimistas, por detrás de Hungría (50%), Polonia (48%), Bélgica y Reino Unido (47%) y Francia (45%). Aunque es cierto, que encontramos a otro 40% de personas en España que admite que su nivel de vida se mantendrá igual.
¿Quién o quiénes son los culpables de este incremento del coste de vida?
Según esta nueva oleada del Monitor Global de Inflación, un 74% población mundial, de media, culpa del incremento del coste de la vida al estado de la economía a nivel internacional. En España, la ciudadanía aumenta ese porcentaje al 81%, colocándose como el país europeo, junto con el Reino Unido, que más apoya esta tesis.
El segundo culpable más apuntado por la subida del coste de vida es la invasión de Rusia a Ucrania, que ha provocado un seísmo en el ámbito energético y de las materias primas en todo el mundo. De media, un 70% de la ciudadanía global cree que el coste de vida ha subido también por las consecuencias colaterales del comienzo de la invasión rusa. Una afirmación que, a nivel local, aumenta hasta el 79%, lo que lo convierte en uno de los países del entorno europeo con el nivel de apoyo más alto, solamente por debajo de Países Bajos (82%), Italia e Irlanda, ambos con un 81%, y Dinamarca (80%).
Además, de media, siete de cada 10 personas en el mundo creen que otro de los motivos del aumento exponencial del coste de vida tiene que ver con las políticas llevadas a cabo por los gobiernos nacionales, un dato similar al de España (67%). Esta percepción está muy acentuada en los países de Europa, donde en todos los países al menos la mitad de la ciudadanía así lo señalan, destacando la cifra del Reino Unido, que con un 84%, es la que más percibe que las medidas de su gobierno están afectando al coste de vivir en el país británico, un dato que puede estar relacionado con las decisiones poco acertadas que se están tomando por el gabinete de gobierno del Reino Unido.