En estos momentos, la función principal que se espera de las marcas es ser práctico y realista y ayudar a los consumidores en su día a día, opción mencionada por el 32% de los españoles, según la tercera ola del Barómetro Covid-19 de Kantar, realizada entre el 10 y el 14 de abril, que revela que esta cifra es cinco puntos superior a los datos de la anterior encuesta.
Le sigue muy de cerca la función de atacar la crisis y mostrar que se puede ganar, con un 28% de los españoles que así lo dicen. Esta opción, que era la primera en la ola anterior, ha bajado cinco puntos, mostrando ese cambio en las expectativas más dirigido hacia hechos y soporte de las marcas.
La posición respecto a las marcas muestra algunas diferencias por edades, principalmente entre las generaciones más alejadas. En lo que se refiere a que las marcas sean “un ejemplo y guía para el cambio”, mencionada por el 15% de los españoles, es una función mucho más importante para los jóvenes hasta 34 años (un 20% la menciona) que por los mayores de 55 (solo un 10% cree que es importante). Esta generación senior es la que más importancia da a que las marcas ataquen la crisis y demuestren que se puede vencer, mientras que la generación que más pide a las marcas practicidad y realismo son aquellos entre los 35 y 55 años.
La crisis comienza a afectar a los hogares
Según esta tercera ola del Barómetro Covid-19 de Kantar, los efectos económicos de la crisis han empezado a sentirse en los hogares españoles con mayor fuerza, polarizándose las opiniones. Así, mientras que en la ola anterior las opiniones estaban muy repartidas entre los que decían que habían sufrido impacto en sus ingresos económicos y los que todavía no pero esperaban que sucediera (39% y 40% respectivamente), en este tercer periodo de análisis el 47% de los españoles declara que la situación provocada por el coronavirus ya ha impactado en sus ingresos familiares, ocho puntos más que en la ola anterior. Este porcentaje es mayor entre los menores de 55 años, que parecen estar sintiendo el impacto económico de la crisis COVID-19 más severamente que la generación mayor de 55 años.
En esta ola se observa además una fuerte bajada del porcentaje de personas que no se han visto impactadas pero que creen que esto ocurrirá: un 29% de los españoles dicen que la crisis todavía no ha afectado a sus ingresos familiares pero esperan que lo haga; un descenso de 11 puntos respecto a la ola anterior. Paralelamente, ha crecido cinco puntos el porcentaje de españoles que creen que la crisis del Coronavirus no afectará a sus ingresos personales (20%), opinión más extendida entre los mayores de 55 años.
“En este sentido, encontramos situaciones opuestas entre dos grandes segmentos de edad. Por un lado, los menores de 55 años, que en olas anteriores ya preveían un impacto económico y cuyas previsiones parecen haberse hecho efectivas en esta ola; por otro lado, los mayores de 55, que todavía no se han visto tan impactados económicamente y quienes mantienen opiniones divididas entre los que creen que se verán impactados en un futuro y los que opinan que no. Los motivos pueden ser variados, pero es muy posible que con el paso de las semanas un mayor número de empresas esté haciendo efectivas medidas laborales que pueden estar impactando en mayor medida a los españoles de menos de 55 años“, señala Martin Wohlfart, responsable del estudio en la división Insights de Kantar España.
¿Qué es lo que más les está costando a los españoles?
Casi seis de cada 10 españoles mencionan no poder salir de casa como el aspecto que más les está costando durante la cuarentena, a pesar de que este aspecto ha bajado respecto a la ola anterior, cuando lo mencionaba el 65% de la población. Le sigue el concepto “falta de libertad”, mencionado por un 52% de los españoles, la ausencia de interacciones sociales, aspecto resaltado por el 42% y la pérdida de la sensación de seguridad, mencionada por el 30% de los españoles.
Por edades vemos cómo el colectivo de los más jóvenes (18-34 años) está llevando peor que la media el no poder hacer grandes planes (28% lo menciona) mientras que aspectos como la pérdida de sensación de seguridad tienen menor importancia para ellos. Por su parte los mayores de 55 años se ven más afectados por la falta de interacción social (1 de cada 2 lo mencionan como lo más duro).