En España aún permanece la inseguridad al acudir a tiendas físicas para hacer la compra ya que solo el 32% de los consumidores afirma sentirse seguro, así como la tendencia coyuntural a hacer acopio, manifestada por el 29% de los españoles, si bien ambas tendencias están evolucionando de manera positiva.
Así lo recoge Deloitte, que ha desarrollado un panel online para conocer las preocupaciones y tendencias de consumo durante la crisis derivada del Covid-19 para lo que está realizando encuestas simultáneas en 13 países, todos ellos afectados en mayor o menor medida por esta crisis sanitaria.
A este respecto, Fernando Pasamón, responsable global de Consultoría para el sector Retail de Deloitte, y socio líder de la industria de Consumo de Deloitte España señala que “las características particulares de esta crisis afectan a los ciudadanos y consumidores de una manera única, por lo que cabe esperar que, durante los próximos meses, la evolución del comportamiento de los consumidores cambie también de manera distinta a otras crisis vividas anteriormente”.
Hasta la fecha, se han realizado y compartido dos oleadas de encuestas (correspondientes a las semanas del 15 y 30 de abril), y ya se aprecian algunos cambios. “Nuestra hipótesis es que, a medida que vencemos a la pandemia y nos vamos alejando de las medidas de cuarentena, los consumidores irán recuperando la confianza y seguridad, volviendo a los parámetros previos a la crisis generada por la COVID-19, como está ocurriendo en China”, apunta Pasamón.
España, el país más preocupado de la Unión Europea
La crisis derivada del Covid-19 ha generado una preocupación doble por la salud y por la economía entre los ciudadanos. España es el país más preocupado por la salud personal y la de su familia de entre todos los países analizados, solo superado por China e India, si bien “se observa una tendencia positiva al ir disminuyendo la inquietud en este ámbito conforme se avanza hacia la recuperación y se va derrotando a la pandemia”, asegura Pasamón.
En el caso de los ciudadanos españoles, el 54% de los encuestados afirma estar preocupado por perder su empleo. En este sentido, a medida que España se va acercando al final del confinamiento, aumenta la preocupación de los ciudadanos por la situación económica. Como refleja la investigación, entre las principales preocupaciones de los consumidores destaca en primer lugar la intención de retrasar el pago de las compras: un 48% de los españoles manifiesta que lo retrasaría. En segundo lugar, los españoles (42%) se encuentran entre los consumidores más preocupados por la seguridad de sus datos, la cual ha aumentado con respecto a la encuesta anterior
En el plano del gasto, la encuesta muestra que, durante el confinamiento, los consumidores españoles estaban dispuestos a recortar en las partidas discrecionales, como los viajes, la moda o la restauración, en contraposición a las categorías de consumo básico (alimentación, productos para el hogar) en las que se incrementaría. Sin embargo, a medida que se gestiona la pandemia, estos comportamientos tienden a equilibrarse: en mercados como el alemán o el chino ya comienza a evidenciarse.
Con respecto al método de compra, si bien ha aumentado el volumen de compras realizadas a través del canal online, sobre todo en algunas categorías como libros o productos electrónicos, España sigue estando a la cola en este método de compra con respecto a otros países.
En el ámbito del turismo, coincidiendo con el inicio de la campaña, la propensión a viajar de los españoles es baja y se sitúa entre un 7% y un 25%, en función de la tipología de viaje o transporte (crucero, tren, vuelo nacional, etc.). Este dato dista mucho de la intención habitual de los españoles en estas mismas fechas, que ronda aproximadamente el 75%.
En el ámbito internacional, los países emisores que representan el 50% del gasto turístico en España (Francia, Reino Unido, EEUU e Italia) presentan una intención media a coger un vuelo internacional inferior al 15%. “Es crítico no solo para el sector turístico sino también para la economía del país aumentar la propensión a viajar y, por ello, resulta vital que las autoridades garanticen la movilidad de los ciudadanos de manera segura. A medida que esto suceda, esta intención o propensión a viajar cambiará rápidamente”, apunta Pasamón.