El 90% de la sal marina contiene microplásticos, que se ingieren cada vez que se utiliza en la cocina, señala De la Conca que, junto a Fossil River lanzan al mercado una alternativa de sal sin refinar, sin antiapelmazantes y sobre todo certificada sin microplásticos.
Esta se extrae de forma artesanal de un manantial salado proveniente de una mina fósil de la provincia de Alicante, originada en el periodo Triásico hace 250 millones de años, es decir cuando los microplásticos no existían.
Se trata de un producto local, ecosostenible y saludable en el que además el packaging es completamente libre de plásticos o microplásticos, ya que es una bolsa vegetal 100% compostable.
De la Conca es una empresa de alimentación ecológica especializada en desarrollar productos sostenibles para satisfacer las necesidades de clientes preocupados tanto por su salud como por el medio ambiente.