Abadía de San Quirce presenta la añada 2018 de si vino más joven Abadía de San Quirce barrica seis meses con una nueva imagen que se adapta a los nuevos tiempos sin perder su esencia que ha sido, desde el principio, ir más allá del típico roble, es decir, pensado desde el viñedo y elaborado 100% con Tinta Fina.
De sus viñas jóvenes, todas ellas en vaso, se elabora este vino en el que se busca un perfil fresco y frutal, con una crianza de seis meses reales en barricas de roble (60% americano y 40% francés).
La nueva imagen se ha aplicado a los cuatro elementos externos: etiqueta, contraetiqueta, cápsula y botella, ahora tipo borgoña que sustituye a la anterior bordelesa. También suma elegancia la elección de un vidrio de tonos ambarinos y por último la cápsula de color cobre complementa la conjunción de todos los elementos para reforzar la información de códigos de distinción y delicadeza.
“La vendimia 2018 fue un año seco con lluvias en septiembre que permitieron una óptima maduración de las uvas con todos los parámetros para obtener un vino de alta calidad, totalmente equilibrado. El resultado es un vino de color cereza brillante con un aroma fresco a fruta roja madura y notas especiadas. En boca es amable, carnoso, con finas notas de roble y un toque mineral”, ha explicado la bodega.