Pascual cerró el pasado ejercicio con una facturación de 697 millones de euros, un 9% superior a la del año 2020 consolidando así el crecimiento sostenible de la compañía en un entorno muy adverso.
“Tras un ejercicio en 2020 afectado de lleno por la pandemia, en 2021 las ventas de la compañía han remontado el vuelo en buena medida de la mano del crecimiento en el canal Horeca”, ha señalado la compañía, que ha obtenido un resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 42,8 millones de euros, impactado por el incremento de los costes de la energía, las materias primas y el transporte.
Pascual decidió no trasladar los sobrecostes productivos de forma significativa al consumidor demostrando su compromiso con las economías familiares en momentos de elevada inflación. Pascual ha proseguido, asimismo, el ajuste de su apalancamiento financiero reduciendo la deuda corporativa un 3% hasta los 120 millones de euros.
Para Tomás Pascual, presidente de Pascual, “hemos recuperado el nivel de ingresos y estamos satisfechos de seguir contando con la confianza de un consumidor fiel que cree en nuestras marcas y lo demuestra día a día. En 2022 seguimos trabajando para consolidar nuestro crecimiento, pese a la adversa coyuntura económica mundial”.
El consumo de productos más naturales y de cercanía, la proliferación de la omnicanalidad y los canales digitales, la innovación para dar respuesta a nuevas necesidades del consumidor o las oportunidades vinculadas al desarrollo internacional son algunas de las palancas sobre las que ha girado la estrategia de la compañía en 2021 con continuidad en el presente ejercicio.
Productos y hábitos saludables
Pascual mantuvo en 2021 su apuesta por el bienestar y la salud mejorando el perfil nutricional del portfolio de todas sus marcas, así como garantizando la calidad y la seguridad alimentaria en un contexto de promoción del deporte y la vida activa. Este esfuerzo se ha visto recompensado con la obtención del Premio Estrategia NAOS a la mejor Iniciativa Empresarial de 2021 por el Modelo de Perfiles Nutricionales de Pascual.
Con una plantilla de 2.244 empleados distribuidos en siete fábricas, 26 delegaciones, oficinas centrales y entornos agropecuarios, en 2021 Pascual ha profundizado en la adaptación del teletrabajo a las distintas fases e intensidades de la crisis. Esta forma de trabajar se ha consolidado en la organización con encuestas, análisis y propuestas de medidas para utilizarlo de la mejor forma posible.
Pascual impulsa su cadena de valor responsable y trabaja para consolidar con sus proveedores y clientes relaciones estables y duraderas como demuestra la compra de leche 100% local, trabajando en el asesoramiento y mejora continua de granjas familiares con contratos estables y de larga duración. Todas las explotaciones proveedoras de la compañía disponen del certificado Welfair de Bienestar Animal, una garantía de calidad de los productos que fabrica en sus instalaciones, extendida en 2021 a las natas y mantequillas, de tal forma que la totalidad de los lácteos que produce la compañía tienen el sello de Bienestar Animal.
Por otro lado, Vivesoy se ha convertido en 2021 en la única marca de bebidas vegetales con todo su cultivo 100% local, ahora certificada por AENOR. Pascual impulsa el cultivo local junto a agricultores locales, a través de contratos directos previos a la siembra, en Castilla y León, Extremadura, Aragón, Navarra y Cataluña.
Apuesta por el medioambiente
Durante 2021 Pascual ha diseñado las líneas estratégicas de su nuevo ciclo ambiental 2025-2030 con el objetivo de minimizar el impacto de su actividad y favorecer la economía circular desde las operaciones sostenibles. A la vez, siguió dando pasos en sus objetivos de sostenibilidad medioambiental, convirtiéndose en la primera empresa de la industria de los lácteos que registra sus emisiones de alcance 1, 2 y 3 para 2020 en la Oficina Española de Cambio Climático (OECC).
Por otro lado, la corporación ha alcanzado en 2021 los objetivos marcados para su ambiciosa estrategia de envases sostenibles en su marca de agua mineral Bezoya, el denominado ‘Compromiso Bezoya’, con el que la compañía fabrica todas sus botellas con plástico reciclado (rPET), adelantando el objetivo fijado inicialmente para el año 2022. Gracias a la circularidad, Bezoya reutilizó el pasado año alrededor de 7.000 toneladas de plástico, lo que equivale a alrededor de 280 millones de botellas de agua de 1,5 litros. La marca también ha anunciado que será carbono neutral a lo largo de 2022.
Además, Pascual sigue aplicando la innovación sostenible en el envasado de otras marcas, lanzando en 2021 la primera botella de leche en España fabricada con materiales vegetales a partir de resina vegetal producida con caña de azúcar.
Por último, Bifrutas se consolidó el año pasado como la marca más sostenible de su categoría. La marca de zumo-leche está aplicando su política de circularidad y reciclabilidad a todos los componentes de su packaging, desde los propios briks (200 ml, 330 ml y 1 L) hasta las pajitas, sin olvidar el plástico retráctil que utiliza para agrupar los envases. De esta manera, en conjunto, logra ahorrar más de 450 toneladas de plástico de origen fósil anualmente, el equivalente al plástico que se recicla en una ciudad de 26.500 habitantes1. Además, gracias a esta estrategia, Bifrutas evita la emisión de 728 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año, una cantidad similar a lo que emite una flota de 352 turismos.