El 95% de los envases de productos de Nestlé ya son reciclables y la compañía confía que en 2025 esta cifra sea ya del 100%. Así lo ha señalado Pedro Ruiz, especialista en Sostenibilidad Ambiental de la compañía, que ha recordado que la empresa ha destinado a nivel mundial 2.500 millones de francos suizos a su estrategia de packaging.
Durante una sesión online de la Academia de Sostenibilidad de Nestlé, el experto ha explicado cómo pueden las empresas avanzar en packagin sostenible y pasar de una economía lineal a una economía circular con el objetivo de que ningún envase acabe en el océano.
“La basura marina es un problema. Cada año se generan hasta 12,7 millones de toneladas que acaban en el mar y provocan graves problemas”, ha recordado Ruíz, que ha señalado que “la sociedad está pidiendo actuar” y las empresas deben hacerlo.
“Lo que está claro es que el packaging es necesario porque contribuye a mover los alimentos de un lado a otro y que se mantengan de forma adecuada hasta llegar al consumidor”, explicado. Además, “contribuyen a evitar desperdicio alimentario”, ha añadido.
Así, ha explicado que para trabajar en esta transformación de un modelo de economía lineal a uno circular las empresas tiene que trabajar en dos áreas: una de ecodiseño y otra de concienciación y ayuda al reciclaje, ha señalado. En la primera habría que reducir, reutilizar y rediseñar los envases, “área en la que Nestlé lleva a años trabajando”. Y en la segunda parte, se trata de colaborar con las infraestructuras de reciclar y repensar, mejorando el sistema y llevando a cabo una labor de reciclaje y de pedagogía de concienciación del consumidor, ha asegurado, destacando aquí el papel que hace Ecoembes en España.
Para todo ello, ha destacado el experto, “es fundamental establecer alianzas” como la llevada a cabo para lanzar Círculo Recicap, el sistema de recogida de cápsulas de café puesto en marcha por Nestlé junto a 23 fabricantes más.
Por otro lado, Ruiz ha señalado que el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases del Gobierno traerá consigo una «importante implicación económica» para las empresas del sector, y ha recordado que «el problema no es el envase en sí, sino la forma de utilizarlo después de su uso». “La ambición es que ningún envase acabe en el océano”, ha reseñado, “para lo que también es importante llevar a cabo un labor de concienciación de la sociedad”, ha concluido.