En el futuro habrá muchos tipos de centros comerciales. No obstante, si no todos ellos, la mayoría pasarán por ser cada vez más centros de entretenimiento. Los metros cuadrados dedicados a la venta de productos irán disminuyendo a favor de los metros cuadrados dedicados al entretenimiento.
Así, de acuerdo a un informe elaborado por el asesor y consultor Laureano Turienzo, “los centros comerciales son uno de los formatos con más futuro que existe. Solo que en el futuro serán diferentes a lo que conocemos actualmente y estarán más cerca de Walt Disney que de Walmart”.
Si hasta ahora eran lugares donde ir a comprar y a pasar el tiempo, ahora serán lugares a los que ir a disfrutar, interconectar con las marcas, y quizá comprar algo físico (lo cual no será el objetivo principal). Se tratará más de un retail para hacer cosas, que un retail para comprar cosas.
Para Turienzo, habrá más metros cuadrados de centros comerciales que los que hay hoy en día, aunque habrá menos número ya que serán más grandes y plurales. Es decir, el centro comercial será como una microciudad en la que se podrá encontrar de todo: desde hoteles a espacios coworking, pasando por zonas residenciales, universidades, restaurantes, teatros, zonas de conciertos, museos y hasta parques acuáticos.
Habrá centros comerciales donde se abrirán zonas para granjeros y agricultores, lonjas, donde venderán sus productos directamente a los consumidores, sin intermediarios. Aunque para esto último no hay que esperar ya que el centro comercial Funan, en Singapur, cuenta con una granja urbana de 5.000 pies cuadrados, ubicada en el techo, y donde los visitantes pueden ver cómo se producen y cosechan verduras.
“Veremos centros comerciales tan impresionantes que habrá que pagar por entrar en ellos, como el que paga por entrar en un parque de atracciones. Veremos locales que pondrán las marcas donde no se vendará nada, sino que se darán clases de cocina o de bricolaje. La enseñanza será la mejor fórmula de fidelización a una marca”, explica Turienzo.
El experto augura también museos o exposiciones itinerantes en los centros comerciales, así como a los grandes gigantes del ecommerce, que invertirán en estos edificios para tener su propia línea de centros comerciales experienciales.
“Habrá un turismo de centros comerciales en el futuro: alguno de los lugares más visitados en las ciudades serán algunos de sus centros comerciales. Muchos de estos centros comerciales estarán conectados con los aeropuertos o terminales de trenes y autobuses, de tal modo que no se podrá llegar a ellos por otro medio y así cuidar la sostenibilidad de las ciudades”, explica el experto.
También se crearán centros comerciales centrados en mascotas, niños o personas mayores, así como temáticos: para veganos, para deportista o para ciertas religiones.
Además, Turienzo comenta que los mejores estadios de fútbol, beisbol o baloncesto, en el futuro estarán dentro de centros comerciales. Y se disputarán pruebas de Juegos Olímpicos en el futuro dentro de algún macrocentro comercial.
Pero estos centros seguirán teniendo tiendas que seguirán vendiendo productos, aunque en menor medida, ya que lo que realmente se buscará es que la gente se relacione con las marcas y, en muchos casos, la gente no saldrá de esos centros comerciales con sus pesadas bolsas encima: se lo enviarán a sus casas.
Algunos de los proyectos de centros comerciales que se están presentando a nivel mundial dan pistas sobre cómo serán en un futuro estos establecimientos. “No sólo es lo que pasa dentro, es también lo que pasa afuera. El cómo se integrarán con el paisaje de una forma sensacional”, comenta Turienzo.
El actual centro comercial Fontvieille en Mónaco experimentará una transformación hacia una estructura futurista con una fachada transparente, vegetación mediterránea, niveles codificados por colores y curvas onduladas.