La Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe) asegura que a lo largo de 2011 se han consumido 170 millones de litros de bebidas espirituosas, lo que supone una caída del 14% con respecto al año 2010.
El consumo de esta clase de bebidas cae más en el canal horeca (-9,1%) que en el hogar (-7,5%), donde se registra un total de 44 millones de litros y una ruptura en el incremento de años anteriores. Desde hace años la distribución venía asumiendo la caída del sector hostelero y ahora que no lo hace “podemos concluir que el consumo de destilados en 2011 arroja un balance muy negativo”, asegura Bosco Torremocha, director ejecutivo de Febe.
En cuanto a la comercialización, los datos tampoco son halagüeños ya que se produce una caída del 8%, hasta los 235 millones de litros, porcentaje que se eleva hasta el 29% desde el principio de la crisis.
En términos de valor, el sector comercializa un total de 7.400 millones de euros, una cifra inferior a la de años anteriores “aunque cae la mitad que en volumen acuciado por el auge de la marca Premium”, explica Torremocha.
En 2011, la comercialización de bebidas espirituosas cae en todas las categorías, siendo el whisky el que mayor volumen registra con un 31,7%. El ron supone un 17,3% de los espirituosos comercializados, seguido de la ginebra, con un 14,1%.
Las marcas de distribuidor suponen ya un 7% de la cuota de mercado, frente al 3% que representaban hace tres años, aunque “el consumidor de estilados sigue siendo marquista”, comenta el director de la federación.
Por otro lado, Torremocha muestra su preocupación por una eventual subida de los impuestos que gravan el alcohol lo que “provocaría la desaparición de 45.000 puestos de trabajo”, que se sumarían a los más de 35.000 empleos que se han destruido entre 2009 y 2011.