La sectorial de cereales de ASAJA, reunida esta semana en Madrid y tras analizar los datos de que dispone en estos momentos, estima una cosecha de cereales que rondará los 14,5 millones de toneladas a los que habrá que sumar alrededor de 3 millones de toneladas de maíz, una producción ligeramente superior a la del año pasado (+8%) pero inferior en más de un 20% a la cosecha 2008.
La climatología y el destino a heno de un porcentaje importante de la superficie sembrada en algunas Comunidades Autónomas marcarán la producción final.
Si bien la superficie total de cereales (invierno y primavera) permanece casi inalterable respecto a la del año pasado, cabe destacar caídas importantes en la superficie sembrada de trigo duro que cae en torno al 10% y caídas similares en maíz. Superficies de siembra que son compensadas por incrementos cercanos al 7% en trigo blando, atribuibles fundamentalmente a Castilla y León y al grupo de otros cereales (avena, centeno, triticale). En total, algo más de 5,8 millones de hectáreas sembradas de cereal que podrían verse reducidas en cerca del 10% puesto que las expectativas de escaso rendimiento están haciendo que se orienten a henificación.
La bajada de superficies con destino grano, el arrastre producido por las inundaciones, la asfixia radicular por encharcamiento y la imposibilidad de poder pisar muchas parcelas para realizar tratamientos herbicidas junto al daño provocado por las heladas tardías y el golpe de calor de las últimas semanas, con mayor o menor incidencia de cada uno de estos factores según las Comunidades Autónomas, harán que uno de los años más lluviosos de los últimos tiempos se convierta en un año relativamente corto en producciones.
Si analizamos por especies de cultivo, las estimaciones para cebada son de 8,8 millones de toneladas (+19% respecto a la campaña anterior), 3,6 de trigo blando (+6%), 0,80 de trigo duro (-40%), 1,3 de otros cereales (+13%) y 3,2 de maíz (-9%), lo que suponen un total de 17,5 millones de toneladas de cereal como producción total, maíz incluido. Estos datos suponen un incremento respecto a la campaña anterior de un 8% (campaña que resultó especialmente corta) y un descenso de un 20% respecto a la cosecha 2008. En cualquier caso, España es un país tradicionalmente deficitario en cereales y esta campaña necesitaríamos por encima de 10 millones de toneladas para cubrir nuestras necesidades.